CANCÚN, MX.- En diversos puntos de las regiones 100’s, 200’s y 500’s de Cancún, existen números lotes baldíos que son usados como atajos por la gente, muchos de ellos particulares totalmente desatendidos, cubiertos con maleza de los que delincuentes pandilleros y malvivientes han convertido en sus guaridas y espacios para cometer diversos hechos delictivos.
Destaca la extensa área verde en forma de cuchilla, colindante con el fraccionamiento la Guadalupana, donde en días pasados, fue segada inmisericordemente, la vida de la joven María Karen Carrasco, quien para retornar a su hogar luego de asistir a sus clases en la Universidad del Caribe, no tenía más remedio que atravesar aproximadamente 200 metros en una de las peligrosas brechas del terreno donde en más de una década, se han cometido 10 asesinatos, innumerables violaciones, incontables asaltos y un par de suicidios.
Tras el estremecedor asesinato de María Karen, una cuadrilla de 60 trabajadores de Servicios Públicos Municipales, se avocaron a todo vapor a limpiar de hierbas y basura, así como a cambiar las luminarias fundidas, de las inmediaciones donde la infortunada estudiante de Turismo fue ultimada.
El titular de la mencionada instancia, José Enrique Ruiz, quien se apersonó para recorrer el sitio y supervisar las labores, dijo que acudieron para apoyar las labores de limpieza que los vecinos del lugar realizan sobre un amplio terreno propiedad de un particular, donde hasta hace algunos años operó una “base” de la empresa de transporte público “Turicun”.
Es de destacar que al estar dicho lote, que a decir de los vecinos del lugar es propiedad de un “político” del que desconocen su nombre, pero que ha influido para que ahí no exista una vía de acceso formal, la invasión de la que es objeto en uno de sus costados, por un depósito de chatarra, impide a los habitantes de La Guadalupana, acceder directamente hacia la Chac Mool, que es donde pueden tomar el transporte que los lleva a sus centros laborales y de estudios.
“Aquí siempre han asaltado, han violado, se esconden rateros y maleantes, traen autos robados. Y podemos decir que del 2002 a la fecha han ocurrido por lo menos 100 asaltos”, señalaron indignados vecinos del mencionado fraccionamiento, quienes no salen del aturdimiento que les causó la muerte de María Karen.
Indicaron que dicho lote solamente, colindante con la calle 12 de Diciembre, es limpiado a conciencia cuando los aspirantes a gobernar Cancún o el estado, se encuentran en campaña, por ser paso obligado de los vecinos del rumbo y al ser un espacio oscuro y solitario en su historial de casi 15 años, acumula una decena de homicidios, dos de ellos ocurridos en el presente año, así como un par de suicidios, así como otras tantas violaciones y un centenar de asesinatos, lo cual no ha sido suficiente para que las autoridades pongan freno a esta grave problemática.
A decir del director de Servicios Públicos, la dependencia municipal a su cargo, elaborará un censo para conocer puntualmente, el número de lotes baldíos propiedad de particulares, que se encuentran desatendidos, para imponer, con el apoyo del Cabildo, las medidas correctivas y sanciones que correspondan, lo que deberá surtir efecto antes de que finalice el año.
En tanto, los enojados vecinos, afirmaron que “mientras esto ocurre”, se reunirán mañana sábado a partir de las 6 de la tarde, en la capilla del rumbo, para tomar las medidas que por su parte consideren, para tratar de inhibí en lo posible, la incidencia delictiva que padecen.
Casi siempre tienen maleza y han estado abandonados por décadas. Tan sólo en la Ruta 5 a la altura de la Región 93, hay grandes extensiones de terreno en las que ni siquiera hay una banqueta por donde caminar. Ahí, depositan muebles viejos, mascotas muertas y también asaltan a transeúntes desprevenidos.
Ninguna oficina municipal tiene un censo. Si acaso en alguna sesión de Cabildo figura en la orden el día que un particular debe impuestos y pagará con un terreno. Al parecer no existe ningún reglamento en que se ordene a los dueños de estos predios de construir bardas que delimiten sus propiedades para evitar tragedias como la ocurrida a María Karen.
En un recorrido por la ciudad, se pudo constatar que estas brechas existen y son utilizadas diariamente por la población para llegar a su lugar de trabajo, escuela o viviendas. Ningún elemento de Seguridad Pública se encuentra cerca del lugar o en vigilancia. Tampoco ha habido una recomendación de la autoridad para que la gente no circule por estos sitios.
Pese a lo ocurrido a la chica estudiante de la carrera de Turismo, la vida sigue y los parajes han y seguirán siendo utilizados. No importa que haya inmensos charcos que dificultan el camino o maleza que dificulte el transitar, las personas “descubrieron” estos senderos que son ideales para no dar tanta vuelta. Es parte de los usos y costumbres de la ciudadanía. (Fuente: Quequi)