CHUNHUAS, FELIPE CARRILLO PUERTO, MX.- Con llanto, dolor y sed de justicia, familiares, amigos y vecinos de las comunidades de Chunhuas y Betania les dan el último adiós a las víctimas del mortal accidente carretero en el que perdieron la vida siete personas, entre éstas dos menores. El cortejo fúnebre salió de la casa ejidal y en dos viviendas particulares para encaminarse al cementerio ubicado al sur de la localidad de Chunhuas, en el que fueron sepultadas seis de las víctimas y en forma simultánea en la comunidad de Betania se llevó a cabo el último adiós al padre de las dos menores.

Los habitantes de la comunidad de Chunhuas lloran a sus muertos, víctimas del mortal accidente registrado entre esa localidad y la cabecera municipal, cuando chocó de frente una camioneta Lincoln negra y un Tsuru, en esta última unidad viajaban las víctimas, que prácticamente perecieron con severas fracturas. Mientras que el vehículo que causó el accidente salió de la carretera y volcó, cuyos ocupantes resultaron con lesiones pero abandonaron el lugar, al ser rescatados por otras personas que integraban la caravana de vehículos procedentes de José María Morelos.

Luego de los trámites legales ante la Procuraduría General de Justicia a través de la Subprocuraduría de Justicia de la zona centro, se les hizo entrega de los cuerpos que fueron trasladados a las comunidades de Chunhuas y Betania, a bordo de cuatro patrullas de la Policía Municipal, para el sepelio correspondiente, donde los familiares procedieron a llevar a cabo las respectivas novenas en memoria de los fallecidos.

Por ello, una hora antes del mediodía, los familiares, la ahora viuda doña Silvia May May, sus hijos y nietos, además de amigos, y vecinos de la comunidad de Chunhuas, dieron el último adiós al conductor del vehículo siniestrado, quien en vida respondiera al nombre de Eliseo Chin Coh, saliendo el féretro donde se encontraba el cuerpo del difunto de su humilde vivienda para que sea trasladado a la capilla Cristo de Amor de esta localidad, donde permaneció unos minutos y posteriormente fue trasladado a lo que será su última morada, que es el cementerio de la comunidad.

En el trayecto al cementerio el féretro fue acompañado por el rezador maya de la localidad y que portaba la santa cruz, quien realizaba sus oraciones en maya.

Minutos más tarde, los féretros de otras de las víctimas fueron extraídos de la Casa Ejidal donde se llevó a cabo el sepelio al que se dieron cita no sólo los familiares y amigos de las víctimas, sino casi toda la comunidad de Chunhuas, entre niños, jóvenes y adultos, para iniciar el cortejo fúnebre cuyos féretros fueron ingresados a la capilla de la comunidad, para luego caminarse rumbo al cementerio ubicado al sur de la localidad, en el que los familiares, padres de familia e hijos, prácticamente estaban desechos por la pérdida de estas personas, incluyendo a dos inocentes niñas, cuyos cuerpos se encontraban depositados en dos pequeños féretros de color blanco.

Los momentos de dolor, tristeza y llanto se dieron precisamente en el cementerio de la comunidad de Chunhuas, cuando eran colocados los féretros para su inhumación; momentos que fueron desgarradores para las familias que perdieron a sus seres queridos en el mortal accidente.

Mientras, en la comunidad de Betania, también se vivieron momentos de dolor por parte de los familiares y amigos del padre de las dos niñas, que a petición de sus padres, el cuerpo de quien en vida respondiera al nombre de Marcos Canché Pech, fue trasladado a la comunidad de Betania y que el día de hoy, luego del sepelio en el domicilio de sus progenitores, fue conducido el féretro al panteón ubicado al poniente de la comunidad. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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