Es una verdad de Perogrullo que los partidos políticos, sobre todo en Quintana Roo, no representan a casi nadie, y que en estas elecciones de 2016, está en juego su sobrevivencia.
Y en contraste, hay un aparente auge de los ‘candidaturas ciudadanas’, que en Quintana Roo ya demostraron su eficacia con el caso de Antonio Cervera, que ha logrado engañar dos veces a los electores al presentarse como un candidato no partidario, bajo las siglas del partido denominado Movimiento Ciudadano.
Conforme se aproxima el proceso electoral, algunos personajes han levantado la mano para ser candidatos ciudadanos, no solo a gobernador, sino también a alcaldes, diputados y hasta regidores.
Para la gubernatura ya suenan el ex senador Jorge Polanco y el ex perredista y ex petista, Gregorio Sánchez, que pasa sin ningún problema el requisito de no haber militado en un partido en los últimos dos años.
También se menciona al ex perredista Julián Ricalde y al aún priista Carlos Joaquín González, que si bien no cumplen el requisito de la no militancia partidaria previa de dos años, con un amparo podrían contender como ‘independientes’.
Para la presidencia municipal de Benito Juárez suenan el empresario Hernán Cordero y el ex secretario general del Ayuntamiento, Lenin Zenteno.
Y ayer, Ismael Sauceda, con antecedentes en más de un partido, solicitó un amparo contra los ‘candados’ impuestos en la nueva ley electoral en el tema de candidaturas ciudadanas.
Y frente al auge de los candidatos ciudadanos, los partidos de oposición están como desesperados buscando a quien postular para el proceso electoral que ya está a la vuelta de la esquina.