ISLA MUJERES, MX.- La convocatoria del líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, de ir con candidatos de “unidad” en los 12 estados de la república en que habrá elecciones a gobernador en 2016, hizo agua en esta isla del caribe mexicano.
Con apoyo de elementos de la policía municipal, taxistas del PRI impidieron la realización de un acto público que militantes del tricolor de este municipio habían organizado a Carlos Joaquín González, aspirante a la gubernatura por el tricolor y acérrimo enemigo del gobernador Roberto Borge Angulo.
El evento estaba programado para la tarde de este domingo en el domo deportivo de la colonia “La Gloria” en Isla Mujeres, pero cuando los asistentes comenzaron a llegar, incluido el propio Joaquín González, policías municipales y un grupo de taxistas les impidieron el paso sin ningún argumento legal.
Priistas de la localidad acusaron del boicot al líder de los taxistas de Isla Mujeres, Eduardo Peniche “El Wato”, quien con un grupo supuestos agremiados desconocidos para los lugareños llegaron al lugar para desmantelar las sillas, mesas y la escenografía que se había colocado sobre la cancha deportiva donde se realizaría una convivencia con piñatas, bebidas y alimentos.
Luego de desmantelar el lugar, unas cinco decenas de supuestos taxistas se apoderaron de la cancha y comenzaron a jugar básquetbol mientras los policías municipales controlaban el acceso al espacio público.
Lo que de plano ocasionó la molestia de las familias que habían acudido al convivio con sus hijos, fue que los supuestos taxistas bebían cervezas y proferían palabras altisonantes en presencia de menores de edad.
Un par de señoras cuyas imágenes de video circularon en la web, en el momento del boicot, denunciaron que días antes del evento el líder de los taxistas, Eduardo Peniche, se encargó de ir a visitar a militantes priistas para que no asistieran al convivio y a cambio les ofreció dinero.
El evento, explicó una de ellas, había sido organizado con varios días de anticipación y se le dio aviso al ayuntamiento que preside el priista Agapito Magaña, por lo que se sorprendieron de la presencia de elementos policiacos y de la actitud de los supuestos taxistas.
En los dos últimos meses, el gobierno de Borge ha montado una estrategia sistemática de boicot contra los eventos de Joaquín González y contra quienes manifiestan abiertamente sus simpatías por él. Si son funcionarios públicos en funciones y son vistos en esos actos, se les despide.
O si son empresarios o comerciantes, entonces las presiones van contra sus negocios. Y si son líderes de colonia, se les amenaza con quitarles los apoyos del gobierno. Pero si son beneficiarios de algún programa social, se les retiran los beneficios.
El boicot empezó desde el primer evento organizado por Joaquín González, el seis de septiembre pasado, cuando absurdamente y bajo pretexto de que se estaban consumiendo bebidas alcohólicas, funcionarios municipales, con el apoyo de policías, clausuraron el salón de un hotel en Cancún donde jóvenes universitarios habían convocado a un foro sobre turismo en el cual Joaquín González sería ponente.
De ahí en adelante las acciones de boicot han ido en aumento. Desde realizar eventos simultáneos y homólogos a la agenda de Joaquín González, hasta aprovechar un “accidente” de su equipo de campaña para acusarlo, sin que él fuera a bordo de la camioneta colisionada, de “asesino” de cinco personas que perdieron la vida en el impacto.
La situación fue tan tensa, que entre los propios priistas del estado circuló la versión de que tuvo que intervenir gobierno federal para persuadir al gobierno de Borge a no romper el llamado de unidad del PRI nacional.
Al final, el evento se realizó con casi dos horas de retraso ante la presión de los asistentes y, contra lo que esperaba el gobierno de Borge, fue muy concurrido. (Fuente: Luces del Siglo)