Carlos Joaquín y Gabriel Mendicuti se reunieron y muchos quedaron desconcertados y hasta preocupados.
El encuentro entre el vetado subsecretario federal de Turismo y el secretario de Gobierno de Quintana Roo es, en este momento, un acertijo político, aunque hay algunas claves que pueden servir para aclarar la situación.
Para empezar, Gabriel Mendicuti ya declaró que no acudió al encuentro para llevarle un mensaje de alguien, entiéndase el Gobernador, como preámbulo para algún tipo de pacto o arreglo con el funcionario al que Borge no ha querido incluir en la contienda por la sucesión.
Si esto es cierto, se trataría de una apuesta personal o una jugada arriesgada para mover las piezas del tablero cuando ya sólo faltan pocas semanas para que se defina al candidato.
Y es que mientras el escenario luce complicado para Carlos Joaquín dentro del PRI, Gabriel Mendicuti vio una ventana de oportunidad para ganar relevancia en el cierre final.
De los llamados ‘caballos’ de Borge, Gabriel Mendicuti y Eduardo Espinosa Abuxapqui siempre se han cocido aparte porque no son parte formal del actual grupo en el poder.
Se mueven y deciden, en buena medida, por su cuenta y ambos tienen una larga trayectoria que los avala, a diferencia de otros aspirantes que necesitan ser aupados y apapachados para figurar. Es decir, tienen más colmillo del que muestran.
Así las cosas, la reunión de Gabriel con Carlos, según apunta gente cercana a su entorno, fue una decisión libre y personal del funcionario estatal que, dicen, no compra pleitos ajenos y por ello no dudó en reconocer los méritos políticos del que fuera su tesorero y posterior Alcalde de Solidaridad, al terminar su periodo por allá del año 2005. Y esto a contracorriente del que hoy es su jefe formal, el Gobernador.
Gabriel Mendicuti habría buscado deslindarse de la campaña contra Carlos Joaquín que se ha mantenido a lo largo de los meses desde lo más alto del Gobierno, y esto lo coloca en otro nivel porque lo muestra como un político con apertura democrática y hasta capacidad de conciliación.
Aunque hay quienes nos informan que Gabriel le hizo ver a Carlos que sus posibilidades de llegar a la candidatura priista son escasas y que le convenía tener una especie de plan B, la verdad es que eso no se puede saber con certeza.
Pero si acaso, durante la reunión, ambos funcionarios hicieron algún acuerdo con miras a la definición de la candidatura del PRI, esto es un asunto que debe preocupar a varios de los aspirantes porque Carlos y Gabriel quizá sean los más calificados por currículum y trayectoria para aspirar a gobernar el estado.
Currículum y trayectoria, ciertamente, no son los únicos elementos de la ecuación sucesoria.
Pero ambos políticos no son parte del grupo gobernante y no son mal vistos en México. Aunque Carlos, en Quintana Roo, tiene más que problemas para sortear los obstáculos que se le han puesto, ya que sería bloqueado, vetado y hasta saboteado por la estructura priista bajo control de Borge en el cada vez más improbable escenario de que sea electo por una imposición central.
Sin embargo, la situación tampoco sería del todo favorable para el ‘delfín’ del Gobernador, quien tendrá que apretar el paso para llegar sin contratiempos y en ‘unidad’ a la meta.
Y es que si ambos políticos, Carlos y Gabriel, pactaron apoyo mutuo y sus operadores consiguen hacer llegar este mensaje a las mesas de Osorio Chong y de Manlio Fabio Beltrones, el escenario para el grupo gobernante podría cambiar.
O al menos esa es una de las barajas que se están mostrando sobre la mesa.
En este juego de presiones, quizá el más beneficiado podría ser el propio Mendicuti. Y de ahí que su reunión con Carlos sea una forma de subir las apuestas.
El tiempo dirá.