La entrevista que Sean Penn realizó a Joaquín “El Chapo” Guzmán para la revista Rolling Stone, con ayuda de la actriz Kate del Castillo, ha generado críticas en la prensa internacional, no sólo por la aparente admiración del actor por el narcotraficante, sino por la decisión del medio de enviarle el texto al capo antes de su publicación.

El diario británico The Guardian colocó en portada una nota sobre el tema y lo abordó en diversos textos publicados también en su sitio web.

Sin embargo, Penn expresó este lunes que no se arrepiente de su viaje clandestino a México para entrevistar al líder del Cártel de Sinaloa.

“No tengo nada que ocultar”, escribió el actor, en un breve intercambio de correo electrónico con la agencia Associated Press.

La determinación editorial de Rolling Stone “prendió alarmas entre los observadores de medios: los periodistas ocasionalmente piden a la fuente su aprobación antes de publicar sus declaraciones, pero aun esa práctica es considerada controversial. La idea de que el artículo fuera enviado ‘para la aprobación del sujeto’ antes de su publicación es algo de lo que casi no se oye y plantea el potencial de compromisos poco ortodoxos“, publicó el Washington Post.

“Permitirle a cualquier fuente tener control sobre el contenido de la historia es inexcusable”, escribió Andrew Seaman, director del comité de ética de la Sociedad de Periodistas Profesionales, en el blog de la organización la noche del sábado, poco después de que Rolling Stone publicara su historia. “La práctica de aprobación previa desacredita la historia entera, ya sea que el sujeto requiera cambios o no”, apuntó el diario norteamericano.

“La razón: un acuerdo de ese tipo crea un incentivo para evadir hechos desfavorables o desagradables en aras de obtener la aprobación de la fuente”, añadió el reportero Paul Fahri para el Washington Post.

“No puedo pensar en una organización de noticias que se hubiera adaptado a esas circunstancias”, dijo al diario Barbara Cochran, una profesora de periodismo de la Universidad de Missouri y exintegrante de la oficina en Washington de CBS News. “A las organizaciones de noticias ni siquiera les gusta enviar preguntas por adelantado, por no mencionar los artículos completos”.

La revista que publicó la conversación de Sean Penn con Guzmán Loera se justificó a través de Jann Wenner, cofundador y director del medio, quien explicó al New York Times sobre las razones para enviarle la entrevista al “Chapo” antes de publicarla.

“No pienso que sea una cosa significativa en primer lugar. Hemos dejado antes que la gente apruebe sus declaraciones en entrevistas”, dijo.

Guzmán no habla inglés y parecía tener poco interés en editar el trabajo de Penn. “En este caso, era una pequeña cosa por hacer a cambio de lo que obtuvimos”, expuso al NYT.

The Washington Post también recordó que la reputación periodística de Rolling Stone se ha visto ensombrecida desde la publicación en noviembre de 2014 de un desacreditado artículo sobre una supuesta banda de violadores en una fraternidad de la Universidad de Virginia. La revista enfrenta tres demandas por difamación relacionadas con la historia.

De acuerdo con Penn, Guzmán parece haber estado intrigado por su activismo y por el prospecto de una película. Esto es también potencialmente comprometedor, dijo Barbara Cochran, de la Universidad de Missouri. Si Guzmán, Penn y Rolling Stone estaban actuando bajo la promesa implícita o explicita de una película, eso podría representar una compensación que comprometió la independencia del reporteo de Penn, dijo la catedrática.

“La confiabilidad de Penn como narrador también ha sido cuestionada, pues a veces parece desarrollar una inquietante admiración por Guzmán, que muchos han interpretado como pasar por encima de las miles de vidas que el cártel de Sinaloa probablemente ha tomado”, escribió Yanan Wang, otra reportera del Washington Post.

El semanario The New Yorker publicó una caricatura que muestra la captura del “Chapo” a manos de dos agentes, quienes le dicen: “Y además de los otros cargos también eres cómplice de los crímenes contra el periodismo cometidos por Sean Penn”. (Fuente: Aristegui Noticias)

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