Antes de la madrugada de este sábado, si pasabas por Tajamar, en Cancún, podrías ver 57 hectáreas de manglar que aún daban la lucha por sobrevivir. Este mangle había logrado sobrevivir gracias a las acciones del movimiento “Salvemos Manglar Tajamar” y hasta de un grupo de niños quienes se organizaron para defenderlo de la codicia de empresarios y autoridades que buscan crear el complejo turístico “Malecón Tajamar”.
Este manglar de miles de años fue devastado con la ayuda de policías municipales, estatales y de toneladas de maquinaria pese a las irregularidades en las que incurrió el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), quienes falsearon información al punto de negar incluso la existencia del mismo manglar. Esta zona destruida con el visto bueno de las autoridades estatales y federales era el hogar de cocodrilos, iguanas, aves y serpientes entre otras especies.
La pérdida de un manglar no es ni debe ser trivial, hablar del manglar es describir las costas mexicanas, pues México es uno de los países que más extensiones de manglar tiene en el mundo, de acuerdo con Conabio (1). Estos arbustos y árboles retorcidos modelan las desembocaduras de agua dulce al mar, pues entre sus características está soportar la salinidad del agua que se encuentra entre los límites del agua dulce con el agua salada. Allí forman un paisaje único, permitiendo la coexistencia de un sinnúmero de especies que se ven beneficiadas por la protección que esta vegetación otorga.
El manglar provee al ser humano de una gran cantidad de beneficios también llamados servicios ecosistémicos, albergan una gran cantidad de especies que se utilizan para el comercio pesquero, es utilizado como una fuente de energía al servir de leña y además forma una barrera natural contra las inundaciones, por lo que actúa como un muro contra huracanes. También impide la erosión de las zonas costeras, actúa como un filtro natural manteniendo la calidad del agua y es refugio para una gran cantidad de flora y fauna.
De acuerdo con la FAO, en las últimas dos décadas más de 35 por ciento (2) del manglar se ha perdido en gran parte por su tala indiscriminada y los efectos del cambio climático, sin embargo la destrucción de este bosque con fines inmobiliarios ha sido una de las mayores causas de su extinción en México. No es de sorprendernos que las inundaciones golpeen más frecuentemente en estas zonas afectando, de sobremanera, a quienes menos tienen.
Greenpeace México condena la destrucción del manglar de Tajamar y exige a las autoridades federales y estatales detener estas obras que atentan contra el ecosistema hasta que no se resuelvan y transparenten los procesos y recursos interpuestos por la sociedad civil. Si las obras son suspendidas es posible que el manglar se recupere de forma natural. Con el proyecto depredador de Fonatur no sólo se le ha dado un golpe duro al manglar mexicano, también a muchas plantas y animales que dependen de él, a México, su riqueza natural y a la sociedad. (Fuente: Greenpeace)
Para encontrar más información con respecto al trabajo de las organizaciones de la sociedad civil en Tajamar entrar a la web de Salvemos Manglar Tajamar.
1) http://www.biodiversidad.gob.mx/ecosistemas/manglares2013/pdf/minuta_tipos_de_manglar.pdf
2) Status and trends in mangrove area extent worldwide. By Wilkie, M.L. and Fortuna, S. Forest Resources Assessment Working Paper No. 63. Forest Resources Division. FAO, Rome, 2003.