FRANCISCO CÓRDOVA LIRA TRATA DE DESLINDARSE DE DEVASTACIÓN
Tras la suspensión provisional emitida por un juez para continuar con la construcción sobre el manglar Tajamar en Cancún, Quintana Roo, el empresario Francisco Córdova Lira, dueño de uno de los predios, aseguró que FONATUR debe responder por la controversia legal y social porque él, como el resto de los compradores, no hicieron algo ilegal.
En entrevista con Animal Político, Córdova Lira explica que pagó 38 millones de pesos por el predio de 8 mil 500 metros cuadrados al gerente de comercialización y con la presencia del delegado regional de FONATUR en el estado, Gabriel Chavarría, en 2012.
A eso se suman casi 500 mil pesos en la tramitación de permisos para poder construir condominios, “todo de manera legal ante el más prestigiado desarrollador del país”: el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), dice.
El empresario, fundador de los parques Xcaret y Xel-Ha, explica que compró el terreno en el Malecón Tajamar porque ya estaba “impactado”, es decir, había sido dividido en lotes como parte del desarrollo urbano de Cancún y no se trataba de una zona virgen.
Para realizar la transacción, dijo, el FONATUR tenía toda la documentación en regla, incluyendo los permisos de impacto ambiental, emitidos por la Secretaría de Desarrollo y Medio Ambiente (SEMARNAT). Después, en abril de 2015, el Fondo llamó a los 22 inversionistas a firmar un convenio para que fuese el organismo quien realizara el desmonte y chapeo del terreno de 58 hectáreas (remoción de manglares).
“Yo ya tenía el permiso y al biólogo para hacer la limpieza y el traslado de los animales al parque Kabah, en Cancún, como condicionaba el contrato, pero el FONATUR nos hizo firmar el convenio y supuestamente harían el traslado de la fauna”, insiste el empresario.
Sin embargo, el permiso de Impacto Ambiental para la construcción vence en febrero próximo y, por tanto, el FONATUR devastó más de 90% de los manglares en un par de días, acabando con la flora y fauna, según denuncia la organización Salvemos al Manglar Tajamar.
“El responsable de explicar que todo está en regla es el FONATUR, porque fue quien concibió, diseñó y comercializó esos lotes”, advierte el empresario. En los últimos días ha mantenido comunicación con el director jurídico del organismo, Manuel Mercado, pero hasta el momento no hay noticias de una cancelación de la obra.
El juez debió haber encontrado razones para otorgar la suspensión provisional, pero “es una decepción que sea difícil invertir en México con tanta falta de confianza y con un Estado de Derecho tan frágil”, afirma Córdova Lira.
Este jueves 21 de enero, el juez Segundo de Distrito en el Estado de Quintana Roo, Gerardo Vázquez Morales, concedió la suspensión provisional y el próximo martes determinará si otorga la suspensión definitiva y, por tanto, se cancelaría la obra.
El empresario, considera que la forma en que avanzaron estos trabajos “es la única manera de que podía cumplir y respetar los derechos que tenemos los inversionistas de haber invertido en ese dinero. No hay devastación ni ecocidio porque ese es un predio ya intervenido”.
Si el juez concede la suspensión definitiva y se detuvieran los trabajos, “perdería Cancún y a nosotros (FONATUR) nos tendrían que devolver nuestro dinero, más gastos”. Además debe aclarar la situación porque “yo entiendo que la gente proteste, pero no que me insulte porque yo no hice nada ilegal”, sostiene.
En tanto, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informó a través de un comunicado que la actuación del Fondo Nacional es legal. Explicó que en julio de 2005 le dio la autorización en materia de Impacto Ambiental para las obras y actividades en el Proyecto Malecón Cancún Tajamar.
En el proyecto se preveía la remoción de 49.10 hectáreas de manglares, selva baja caducifolia y secundaria, para instalar servicios de electrificación, agua potable, sistemas de alcantarillado, pavimentación, jardinerías y banquetas.
“FONATUR ha cumplido con la presentación de los informes establecidos en las autorizaciones”, desde 2007 y hasta 2015, explica la dependencia a cargo del secretario Rafael Pacchiano.
Además, la SEMARNAT autorizó el proyecto en febrero de 2006 y tiene validez hasta febrero de 2016, por lo tanto, explica, la entrada en vigor de la adición al Artículo 60 de la Ley General de Vida Silvestre el 1 de febrero de 2007, que prohíbe la remoción del manglar “es posterior a las autorizaciones”.
El Malecón Tajamar es un desarrollo del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) en la zona centro de Cancún, frente a la laguna Nichupté. Las 58 hectáreas fueron urbanizadas entre 2005 y 2008 con recursos federales para después ser lotificado y vendido a 22 desarrolladores inmobiliarios.
En noviembre pasado, el juez Cuarto con sede en Cancún, Quintana Roo, concedió la suspensión definitiva de las obras en el Malecón Tajamar en favor de 113 niños que promovieron un amparo en contra de la devastación del manglar.
Sin embargo, en noviembre del 2015 un Juzgado Federal determinó dejar sin efectos la suspensión definitiva, que le permitió a FONATUR devastar los manglares. Fuente: Animal Político)