CANCUN, MX.- Los fétidos olores que brotan de donde hasta hace unos días había fauna marina y un silencio expectante reciben a uno más de los visitantes que acuden a cerciorarse del “ecocidio” cometido en Malecón Tajamar.

“Yo vengo de Holbox. Tenemos que salvar esto. Si nos salvamos esto. Todo está condenado”, comenta una mujer a un grupo de guardianes de lo que queda de vegetación de este predio de 59 hectáreas, colindante con el sistema laguna Nichupté.

–“¿Qué están haciendo para salvar esto?, pregunta.

Los “guardianes” improvisados del manglar solo atinan a responder que se han presentado amparos, que “van por buen camino”.

Minutos más tarde llega un joven proveniente de Akumal. “Ahí nos quitaron la playa. Ya no tenemos playa pública”, dice.

Malecón Tajamar es otro ejemplo de la depredación que priva en esta entidad. Si bien no es la mayor tragedia ambiental se ha convertido en símbolo de la devastación en Quintana Roo”, afirma la presidenta del Grupo Ecologista del Mayab (Gema), Aracely Domínguez Rodríguez, quien lleva más de 30 años defendiendo el medio ambiente.

En sus cruzadas ecológicas, figuran el santuario de la tortuga marina de Xcacel-Xcacelito que el exgobernador Mario Villanueva, vendió a grupos españoles, cuando inició el “boom” de la Riviera Maya, a finales de noventas, o contra la instalación plataformas flotantes de turistas , aun costado de los magníficos y vulnerables arrecifes del litoral cancunense.

Aracely Domínguez también se sumó los voluntarios para defender Malecón Tajamar, cuando las buldócer incursionaron por primera vez en junio de 2015, en 10 de los 22 lotes de ese mega proyecto procesado y desarrollado por el Fondo de Fomento al Turismo (Fonatur), institución que algunos refieren como el “padre de Cancún”.

Voluntarios se organizaron en tres campamentos dentro de los lotes desmontados, que formaban tres polígonos y les novaron “Cocodrilos”, Máquinas y “Table”.

Esos primeros lotes devastados, son propiedad del grupo Bi & Di, a los que Fonatur le habia permutado al consorcio español de otro terreno zona hotelera de Cancún, donde pretendía construir el proyecto “La Herradura”, con torres de hasta 20 pisos, pero esta densidad no era permitida en Programa de Desarrollo Urbano de Cancún (PDU).

El procedimiento de Profepa contra Bi & Di en “Malecón Tajamar” fue “por incumplimiento en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), pero la clausura no fue definitiva, sino temporal, se empezaron medidas resarcitorias y le fijó una multa de cuatro millones de pesos.

Sin embargo, quedó latente que Fonatur y el resto de los propietarios avasallaran “Malecon Tajamar” con todo y que en los primeros días del mes de noviembre, el juzgado cuarto de distrito con sede en esta ciudad otorgó la suspensión definitiva de obras en el predio en favor de 113 niños que promovieron un amparo contra la devastación de manglar.

No obstante, el Juez fijó fianza de 20 millones 985 mil 643. 89 pesos, lo cual derivó en una queja administrativa, que se perdió entre las fiestas de fin de año.

El pasado 14 de enero activistas recibieron información que entrarían las máquinas a devastar lo que quedaba de las 59 hectáreas de Malecon Tajamar. En redes sociales se convocó a los cancunenses a resguardar la zona.

Se inició una tensa espera. La convocatoria no fue esperada. Malecón Tajamar quedó a merced de Fonatur y los inversionistas.

En la madrugada del 16, con el reguardo de ganaderos estatales y municpales, maquinaria y camiones de volteo reingresaron a “Malecón Tajamar” para desmotar mangle y rellenar los humedales.

Un puñado de “defensores” poco pudieron hacer ante un operativo bien coordinado, en el que incluso participaron elementos del Ejército y la Armada, señala Aracely Domínguez.

Y en tan solo tres horas, ya habían arrasado la mitad de Malecón”, refiere.

Tanto Semarnat, Fonatur y Profepa guardaron silencio sobre el operativo. Pero, el gobernador Roberto Borge a través de un comunicado de prensa, el gobernador Roberto Borge dio la cara para justificar, lo que los defensores clasificaron de ecocidio.

De acuerdo con el mandatario estatal quedó sin efecto la suspensión provisional del amparo presentado por 113 niños, con lo que resultaban efectivos los permisos de “chapeo y desmonte” que había otorgado la Dirección General de Ecología del Ayuntamiento de Benito Juárez.

Pero la caducidad de los permisos ambientales detonó la ofensiva final contra Malecon Tajamar.

La Dirección General de Gestión Forestal y de Suelos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) expidió a Fonatur la autorización del cambio de uso de suelo forestal el 7 de febrero de 2006, con una vigencia de 10 años.

El 7 de febrero de 2016 se cumplía el plazo y tres semanas, antes entraron las maquinas a triturar y sepultar la flora y fauna de Malecón Tajamar.

“Se les vencía el 7 de febrero. Y los nuevos permisos tenían que son con el 60 Ter de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, que prohíbe la revocación de mangle”, precisa Aracely Domínguez.

Además, en la solicitud de la MIA, precisa la ecologista, no se hizo la debida descripción del sistema ambiental en Tajamar por parte de Fonatur a la Semarnat.

“Se mintió, diciendo que eso no era un manglar Se presenta una incorrecta Lo ubica como un humedal sin importancia, y sin representatividad. Por lo tanto no se dan medidas de mitigación e al sistema ambiental del humedal”, señala.

Pero Fonatur no es el único beneficiado con la devastación de Malecón Tajamar. Un puñado de empresarios, adquieran a los paraestatales predios para la construcción de marinas, plazas comerciales, y torres de departamentos. También el sitio se prevé una iglesia.

La lista de propietarios es encabezada por Francisco Córdova Lira, hijo del actor Pacho Córdova, “Amigo de Fox”, exsocio del grupo Xcaret y actualmente director de Delphinus y German Orozco, propietario de la marina “Aquaworld” y de la naviera “Ultramar”.

Además de “Bi and Di” de Michelle Bizzi, figuran Ricardo Vega, señalado de ser socio del ex gobernador Félix González Canto, en gasolineras en Cancún y la Riviera Maya; Desarrollos Inmobiliarios Raipavi, cuyo representante legal es Rafael Humberto Patrón Sarti y Organización Editorial Acuario, del Miguel Cantón Zetina, que edita, entre otros medios, el periódico “Basta”, del Distrito Federal y el “Tabasco Hoy”.

En la lista de propietarios también figura la Prelatura Cancún-Chetumal y el propio Fonatur, a través de su representante legal, el actual delegado, Juan Carlos González Hernández, primo del exgobernador Félix González Canto.

Los defensores y guardianes de Malecón Tajamar se han apuntado sendas victorias legales, con suspensiones provisionales de jueces distrito y del El Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito.

Aracely Domínguez reconoce que “en todos” lados hay devastación en Quintana Roo y casos peores, “a la vuelta de la esquina, como Puerto Cancún, en donde no solo fue destruido manglar, para construir torres, sino que, en épocas de lluvias, indica a colonias populares vecinas.

Sin embargo, acota:

“La gota que derramó el vaso es Malecón Tajamar”.

La ambientalista señala que este proyecto se ha convertido en ícono pata todo México y demuestra que instrumentos regulatorios como los Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) y los Programas de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) y Planes de Desarrollo Urbano (PDU) son obsoletos.

“Son para legalizar la destrucción que obedece a los intereses económicos y políticos”, subraya.

El caso de “Malecón Tajamar” ha eclipsado a otros proyectos devastadores, como el de Holbox, donde empresarios yucatecos Fernando Ponce García –dueño de la embotelladora Coca Cola en la Península de Yucatán– y su ex yerno, Ermilo Castilla Roche así como Germán Ahumada Alduncin, del Grupo ARA pretenden construir un complejo hotelero y residencial, que inicialmente se llamó “la Ensenada”.

El asunto cobró notoriedad, pues los empresarios engañaron a la mayoría de los ejidatarios y los despojaron de sus tierras y se apoderaron de la isla, a la que además “dividieron en cuatro ejidos”, tres para grupos inversionista y otro más de cortesía para los pobladores.

Pero, la indignación creció con la detención de 16 personas – 12 campesinos así como –tres topógrafos de Mérida y un estudiante- por unos metros cuadrados talar mangle.

Sin embargo, más que la lentitud de los juicios agrarios iniciados por los ejidatarios contra los empresarios, a los grupos ambientalistas les preocupa que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) no aplique el Plan de Manejo del Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) de Yum Balam, que abarca la isla de Holbox.

El ambientalista Carlos Martínez Correa, de “Yo defiendo a Holbox” (YDH) señala que sede hace 21 años están en espera del Plan de Manejo del APFF de Holbox y desde que constituyeron, los cuatro ejidos, en julio de 2014, se intensificó la exigencia..

“A nosotros nadie nos hace caso. Seguimos en lo mismo. Vemos que hay una reacción en el caso de Malecón Tajamar ´porque está casi en el centro de Cancún y nosotros estamos en lugar muy retirado”, sostiene el activista, que ha organizado protestas para la publicación del Plan de Manejo.

Y mientras no haya Plan de Manejo, agrega, no solo Fernando Ponce es un peligro, sino cualquiera que relaciones políticas y dinero.

El activista destaca el caso del tesorero del Ayuntamiento de Lázaro Cárdenas –donde su ubica Holbox- Ysmael Moguel Canto, además compadre del gobernador Roberto Borge que construyó una casa de residencia de cuatro pisos, cuando la norma era de no más de tres niveles.

Advierte:

“Pero como no hay plan de manejo. La ley que manda es la del billete y la autoridad son los padrinos políticos”.

Otro proyecto que preocupa a ambientalistas es Riu Riviera Cancún, que prevé la construcción de una torre de 563 cuatros, en una zona de humedales, como estaba Malecón Tajamar.

Por lo pronto, el proyecto de inversionistas españoles ya cuenta con el aval del presidente municipal de Benito Juárez (Cancún), el priista Paul Carrillo de Cáceres, incondicional del gobernador Roberto Borge,

Pero su MIA, en su segundo intento, aún está en evaluación en la Secretaria de Medio Ambiente y Recueros Naturales (Semarnat).

El Edil priista fue quien abrió la puerta al proyecto Riu Riviera Cancun, cuando el 25 de agosto de 2014, modifico el PDU de Cancun, el cual apenas se habia sido actualizado, en el ayuntamiento anterior, resultado de una alianza entre el PRD y PAN.

Alejandra Serrano, representante del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), que inició procesos administrativos contra la autorización de Riu Riviera Cancún, señaló que el PDU de Paul Carrillo permitió un mayor número de cuartos en el predio donde se prevé la nueva torre hotelera.

El anterior PDU permitía hasta 75 cuartos por hectárea y tres niveles de altura y el aprobado a iniciativa de Paul Carrillo, establece una densidad neta de 270 cuartos por hectárea y máximo 565, con altura de 20 niveles o 70 metros.

Pero la administración de Paul Carrillo no solo le abrió el PDU al Grupo Riu, sino además la Secretaria Municipal de Ecología y Desarrollo Urbano, le expidió la licencia de construcción.

No obstante, la Sala Constitucional y Administrativa del Poder Judicial de Quintana Roo declaró la suspensión de la licencia de construcción por inconsistencias en los procedimientos.

Pero el proyecto ya había sido rechazado por la Semarnat que negó la autorización de impacto ambiental y cambio de uso de suelo en terrenos forestal, solicitado por el Grupo RIU, que cuenta con otro cuatro centros de hospedaje en Cancún, también construidos en medio de la polémica ambiental.

EL proyecto fue negado, apuntó Serrano, pues el predio se ubica en la zona de influencias de dos ANP: Área de Protección de Flora y Fauna Manglares de Nichupté y el Parque Marino Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc.

Sin embargo, el proyecto fue modificado y vuelto a presentar a la Semarnat, con una “menor densidad”.

“La nueva evaluación está en fase final”, señala la abogada.

Pero, para Cemda advirtió que hay dos POELs que pretenden aprobarse, en esta esta final del gobierno de Roberto Borge, cuya gestión acaba el septiembre.

En primer lugar, advierte, que el presidente municipal de Tulum, David Balam pretende aprobar, sin que medie un proceso de consulta, el POEL de este municipio de la Riviera Maya.

En el proyecto se prevé triplicar la densidad la llamada zona hotelera de Tulum y pasarla de 10 a 30 cuarto por hectárea,

También se pretende afectar una zona de conservación denominado la “Falla de Holbox”, en la zona costera de Tulum, para convertirla en área de “aprovechamiento.

Al mismo tiempo, se pretende modificar el POEL de Cozumel, a fin de permitir la construcción de un desarrollo vacacional exclusiva, que permita a sus moradores llegar de hidroaviones, que “estacionarían” frente sus singulares residencias.

Y también ha deslizado la “revisión” del POEL de Solidaridad (Playa del Carmen), pero no sabemos qué trae”, señala Serrano.

El escritor y periodista especializado en temas científicos, Juan José Morales Barbosa, señala que “Malecon Tajamar” es la continuación de un modelo de desarrollo para Quintana Roo que consiste en arrasar la naturaleza para construir desarrollos turísticos.

Este modelo, refiere, inició en Cancún, continuó en la Riviera Maya, y en Playa Mujeres –en la zona continental del municipio de Isla Mujeres-, en Tulum y Holbox, con un enorme costo para el medio ambiente y en detrimento de la población.

“Es un modelo muy dañino, cuyas consecuencias las estamos viendo y se siguen repitiendo los mismos errores.”, subraya y añade:

“Hace falta un plan de contingencia para detener el serio ambiental. El deterioro ambiental es evidente y no se puede seguir manejando el medio ambiente a partir de criterios de especulación inmobiliaria”.

Premio Nacional a la Divulgación de la Ciencia y Premio Latinoamericano a la Popularización de la Ciencia y la Tecnología, Morales Barbosa señala que Es necesario tomar medidas muy serias y muy en serio para controlar, el desarrollo y la creación de nuevos proyectos turísticos.

A advierte que el desarrollo turístico de la entidad, no puede seguir “como ahora, de manera caótica y desordenada”. (Fuente: Proceso)

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