CIUDAD DE MÉXICO.- Pese a que en 2015 los precios del petróleo cayeron a niveles históricamente bajos y se redujo el costo de la turbosina, combustible que alimenta a los aviones, los boletos de las aerolíneas en México no sólo no bajaron, sino que aumentaron.

En 2015, el precio de la mezcla mexicana cayó 39.78 por ciento, al pasar de 45.45 dólares por barril, a 27.37 dólares al cierre del año pasado. En el caso de la turbosina, el precio bajó a 5.92 pesos por litro en diciembre del año pasado, una caída de 24.56 por ciento, según Aeropuertos y Servicios Auxiliares, la paraestatal encargada de abastecer y distribuir la turbosina en el país.

Sin embargo, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 2015 los boletos de avión subieron 2.08 por ciento.
Con esta situación favorable en los precios de los combustibles, las empresas han generado más flujo de efectivo al no bajar las tarifas, explicó Marco Montañez, analista de Vector Casa de Bolsa.

Las empresas están atadas a un plan de expansión muy agresivo, entre 2012 y 2013 las aerolíneas se comprometieron a expandir su flota y obviamente estos recursos pueden salir del financiamiento o del flujo generado

Para Aeroméxico, la empresa que transporta a 34 por ciento de los pasajeros nacionales, los gastos por combustible representaron el 36 por ciento de sus costos totales en 2014, mientras que entre enero y septiembre de 2015 sus costos por la compra de turbosina disminuyeron a 25.4 por ciento.

Sergio Allard, director ejecutivo de Talento y Relaciones Institucionales de Aeroméxico, descartó una tendencia a la baja en los costos de los boletos de avión, debido a la caída en los precios del petróleo.

“Como hay un gran crecimiento de pasajeros, pero también de oferta, se regula siempre bajo oferta y demanda, depende del día, de la ruta y del momento, no se puede generalizar. Habrá rutas y en días que sí pueden (bajar), pero tan general como para decir que el día de mañana bajará el precio 10 por ciento, no se ve”, aseguró el directivo.

Bernardo Vélez, analista de GBM, expuso que las aerolíneas no tienen la necesidad de ganar cuota de mercado con más pasaje y por eso no bajan precios.

“No están las condiciones para bajar los precios de los tickets como en 2013 o 2014, cuando hubo una guerra de tarifas, ahora las empresas tienen que utilizar esos recursos para mejorar sus márgenes de rentabilidad, tener mayores ingresos, flujo operativo o utilidades, esto en aras de apoyar sus planes de expansión para crecer hacia el futuro”, dijo Vélez.

“Al apoyar sus ingresos, las empresas vuelven sus cuentas robustas para que sus pedidos de aviones a los fabricantes los próximos años, sean saludables y se sostengan, esto es importante dado que la industria es cíclica y puede verse afectada posteriormente cuando los precios vuelvan subir”, comentó Víctor Hugo Valdés, especialista en aeronáutica de la Universidad Anáhuac. (Fuente: El Financiero)

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