Mientras Carlos Joaquín deshoja la margarita para ver si se va o no se va la oposición en el muy cantado caso de que no sea designado candidato del PRI a la gubernatura de Quintana Roo, en el PRD y el PAN, quienes podrían formar una alianza si los planetas se alinean, la discusión es de otro nivel…
Y es que el debate en estos dos partidos de oposición se centra no en quién sería su candidato a la gubernatura, porque se da por sentado que no habría otro para ese puesto que el aún priista ex subsecretario de Turismo, sino en quién sería su mejor propuesta para la Alcaldía de Benito Juárez.
En Cancún, con el desastre de la administración de Paul Carrillo y la casi segura candidatura del Remberto Estrada en el PRI-PVEM, a quien los opositores consideran un flan, el PAN y el PRD piensan que tienen la posibilidad de recuperar este territorio que ya fue gobernador por esta alianza cuando ganó Julián Ricalde Magaña.
Es por ello que ya han empezado a surgir los posibles nombres para ocupar la candidatura opositora entre los que se encuentran Julián Ricalde Magaña, pero no se descarta que el asunto se defina por la cuestión de género que hay que observar.
Y es ahí donde podría saltar la liebre, porque, aunque parezca insólito, hay voces en el PRD y en el PAN que no sólo están proponiendo a la senadora Luz María Beristáin, sino hasta la mismísima diputada, hoy priista, Marybel Villegas que, dicen, estaría amagando con un enésimo salto ahora que en ese partido le están negando su sueño de ser candidata a la Alcaldía de Benito Juárez.
Marybel Villegas ya militó en el PAN y también en el PRD, partidos que dejó en su momento para brincar al PRI, pero como dicen que donde hubo fuego, cenizas quedan..
Hay quienes están promoviendo su regreso a las filas de esta oposición, pero hay quienes señalan que se trataría de una jugada borgista dentro del PAN y el PRD.
Pero antes de seguir, los panistas y perredistas están que se truenan los dedos para saber si Carlos Joaquín les da el sí o los deja como novias de rancho… lo cual sería un feo espectáculo político.