Como resultado de los últimos acontecimientos, la sucesión de Quintana Roo se ha convertido en una verdadera olla de presión de donde están saliendo todo tipo de versiones explosivas que, de ser ciertas, cambiarían totalmente el juego de sillas en pos de la gubernatura.
El último de los trascendidos apunta que desde el centro se está evaluando ‘con lupa’ los perfiles políticos y el potencial para instaurar un gobierno eficiente de tres aspirantes entre los que sólo figuran Gabriel Mendicuti Loría, Eduardo Espinosa Abuxapqui y Mauricio Góngora.
Entre los colaboradores cercanos a Manlio Fabio Beltrones, se comenta que será una decisión complicada porque involucra evaluar dotes de gobernanza, capacidades administrativas y financieras, así como el indispensable compromiso de trabajar coordinadamente con la presidencia de la República en programas sociales y de inversión en infraestructura y comunicaciones.
Según esta versión, si la decisión fuera de Manlio, de esa terna saldrá el candidato del PRI en los siguientes días, una vez que concluya el periplo del Papa Francisco.
Pero a como están las cosas, la única verdad es que el jaloneo final por la candidatura está a todo lo que da y este fin de semana más de uno de los aspirantes se encomendará ya no sólo a Francisco sino hasta al ‘santo’ Niño Fidencio para ver si les hace el milagrito de recibir la ‘bendición cuaresmal’.