MEXICO.– El papa Francisco demandó el sábado a los obispos de México asumir un papel más activo frente a la amenaza que representa el narcotráfico y acercarse a la gente para ayudarlos a liberarse de esa amenaza.
“Les ruego, por favor, no minusvalorar el desafío ético y anticívico que el narcotráfico representa para la juventud y para la entera sociedad mexicana, comprendida la iglesia”, dijo el pontífice a la jerarquía católica de México, vista por algunos como más inclinada a los poderosos y más favorecidos.
Desde la Catedral de la Ciudad de México, el pontífice señaló que los pastores no deben asumir sólo “condenas enérgicas” cuando se trata de una grave fenómeno.
“La proporción del fenómeno, la complejidad de sus causas, la inmensidad de su extensión, como metástasis que devora, la gravedad de la violencia que disgrega y sus trastornadas conexiones, no nos consienten a nosotros, pastores de la Iglesia, refugiarnos en condenas genéricas, sino que exigen un coraje profético y un serio y cualificado proyecto pastoral”, dijo ante la mirada de los obispos.
Diversas zonas de México se han visto afectadas en los últimos años por la violencia del narcotráfico, que incluso han alcanzado a algunos sacerdotes que han sido asesinados.
Desde 2006 han sido asesinadas más de 100.000 personas y más de 26.000 han desaparecidos en diversos hechos.
Francisco llamó a los miembros de la Iglesia a apoyar el combate al narcotráfico y la violencia, “comenzando por las familias; acercándonos y abrazando la periferia humana y existencial de los territorios desolados de nuestras ciudades; involucrando las comunidades parroquiales, las escuelas, las instituciones comunitarias, la comunidades políticas, las estructuras de seguridad”.
“Solo así se podrá liberar totalmente de las aguas en las cuales lamentablemente se ahogan tantas vidas, sea la de quien muere como víctima, sea la de quien delante de Dios tendrá siempre las manos manchadas de sangre, aunque tenga los bolsillos llenos de dinero sórdido y la conciencia anestesiada”, denunció.
El Sumo Pontífice también les pidió que “sean por lo tanto obispos de mirada limpia, de alma transparente, de rostro luminoso”.
“No tengan miedo a la transparencia. La Iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar. Vigilen para que sus miradas no se cubran de las penumbras de la niebla de la mundanidad; no se dejen corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos debajo de la mesa”, les aconsejó.
Les indicó que no deben “perder tiempo y energía en las cosas secundarias, en las habladurías e intrigas” o en los “vanos proyectos de carrera”. “Si tienen que pelearse, peléense. Si tienen que decirse cosas, díganlas. Pero como hombres, en la cara”, le dijo a los religiosos.
Poco antes Francisco pidió a los mexicanos evitar actitudes que buscan el beneficio personal y pueden llevarlos hacia el narcotráfico y la corrupción, entre llamados a los líderes del país a garantizar la seguridad y acceso a una justicia “real” a los ciudadanos.
Francisco visita por primera vez México, el mayor país católico de habla hispana.
Miles de personas siguieron la ceremonia de recepción oficial desde la plancha del zócalo, donde se colocaron siete pantallas gigantes. Además, otros más estuvieron en los balcones de los distintos edificios que rodean la plaza.
“Nosotros llegamos desde las dos de la mañana para coger buen sitio y ya lo vimos muy cerca y fue muy emocionante”, dijo Natalia Zúñiga de 26 años de edad y originaria de Costa Rica.
Natalia y seis de sus compatriotas viajaron a México desde el martes. “Ha valido todo el poder verlo y sentir su presencia”.
Francisco salió del Palacio Nacional y a bordo del papamóvil rodeó la plaza del zócalo para dirigirse a la Catedral y reunirse con los obispos del país.
Más tarde regresará a la Nunciatura a descasar y por la tarde irá a la Basílica, el santuario de la Virgen de Guadalupe, donde ofrecerá su primera misa masiva.
El Pontífice ha expresado en distintas ocasiones su amor por la “Patrona de América”, incluso desde el avión antes de emprender el viaje.
Se espera la llegada de cientos de miles de fieles hasta la Basílica.
Según la tradición católica en este punto, el cerro de Tepeyac, la Virgen de Guadalupe se apareció al indígena Juan Diego hace casi 500 años. (Fuente: AP)