CIUDAD DE MÉXICO.- El papa Francisco recibió hoy las llaves de la Ciudad de México de manos del jefe del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, en la Plaza de la Constitución.
También recibió el pergamino de huésped distinguido en una ceremonia muy breve en el corazón de la capital del país, donde el pontífice entregó a Mancera una medalla conmemorativa de su pontificado.
“El Zócalo de la Ciudad de México es testigo de la historia. Ningún papa había estado aquí, es un honor”, escribió en Twitter tras el acto Mancera.
El intercambio se llevó a cabo después de que el jefe de la Iglesia Católica recorriera en el papamóvil la plaza, también conocida como Zócalo capitalino, desde el Palacio Nacional hasta las inmediaciones de la Catedral metropolitana.
Durante el trayecto, el pontífice argentino se bajó del vehículo para saludar a los fieles y por tercera ocasión desde que arribó a tierras mexicanas se puso durante unos segundos el tradicional sombrero de charro en medio de la euforia de los allí reunidos.
Jorge Mario Bergoglio fue recibido hoy con honores de jefe de Estado en el Palacio Nacional, donde ofreció su primer discurso y saludó a los dirigentes políticos y miembros del cuerpo diplomático.
Ante el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y más de 1.200 invitados a la ceremonia, el pontífice denunció que la búsqueda de los privilegios conduce a la corrupción, el narcotráfico y la violencia.
En su intervención, el mandatario mexicano describió al papa Francisco como un líder “sensible y visionario”, cuyas causas también son las de México, y dijo que el pueblo está listo para escuchar su “mensaje de aliento y esperanza”. (Fuente EFE)