El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar
Sun Tzu

Aunque la contienda por la gubernatura en Quintana Roo pareció por momentos una competencia real, al inicio formal del proceso electoral ocurrió uno de los desgajamientos más significativos en el “ejército” de uno de los contrincantes, por lo que al final, la “guerra” luce ya ganada aun antes de iniciar el combate. Superioridad estratégica.

Más allá de los motivos por los que Filiberto Martínez Méndez renunció a la coordinación del equipo de Carlos Joaquín González, lo evidente es que la conveniencia política impera entre muchos de los que le han acompañado en la “aventura” política que ha emprendido, y la solidez del proyecto que pretende construir es, por tanto, muchísimo más endeble de lo que parece, y por tanto con escasas posibilidades de éxito.

Como si la modernidad de las traiciones políticas no fuesen suficientemente ilustrativas, desde el siglo XVI Nicolás Maquiavelo mostró la conveniencia de guerrear siempre con los ejércitos propios, la importancia de formar tropas propias para combatir, en lugar de contratar mercenarios y utilizar, mediante el favor económico, a tropas que combaten a cambio de dinero; pues el autor florentino destaca que, el que ahora combate en tu favor por dinero, mañana lo hará por otro.

El tema resulta relevante por estos días, justamente porque Filiberto Martínez Méndez o Juan Carlos Pereyra Escudero son apenas una muestra del tipo de personajes que acompañan a Carlos Joaquín González; pues permanecen aún con él otros militantes de partidos como el de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN) que han sido señalados por sus propios compañeros de “cambiar de proyecto”, por decirlo así, apenas las condiciones les son favorables con otro candidato o grupo político, por lo cual las traiciones internas estarían apenas comenzando.

Mientras todo ello ocurre, el proceso electoral apenas ha comenzado este 15 de febrero, hoy miércoles apenas se cumple el plazo para conformar coaliciones, y así como al Partido Revolucionario Institucional (PRI) pudiera serle dañina su alianza con el Partido Verde Ecologista (PVEM), personajes como los legisladores federales del PAN y PRD en nada ayudarán a Joaquín González, pues se caracterizan más por “luchar por lo suyo” que por contribuir al mejoramiento democrático nacional.

El poder requiere de contrapesos para la gobernabilidad, por ello no son deseables las lamentables condiciones de la llamada “oposición” estatal, menos cuando el PRI aparece como el único partido con militancia probada, con estructuras actuantes y con fortaleza suficiente para ganar. Tanto es su poderío, o las “debilidades” de los opositores, que las elecciones del 05 de junio se antojan como de “trámite.”

Porque la verdadera disputa está al interior del tricolor, hasta hoy miércoles en que, según ha trascendido, la candidatura de unidad sería anunciada, luego del accidentado proceso interno en el que los tres finalistas obtendrían cargos acorde a su posicionamiento; pues el diputado José Luis Toledo Medina, sería el candidato a gobernador; Gabriel Mendicuti Loría, iría como diputado y presidiría la Gran Comisión del Congreso del Estado; y Mauricio Góngora Escalante sería integrado en una posición relevante del gabinete al concluir como presidente municipal de Solidaridad.

Hay quien insistirá en señalar que “la moneda está aún en el aire”, pero lo cierto es que la fórmula encontrada parece responder a las expectativas de los aspirantes, quienes en lo público señalarán una cosa, pero en lo privado, la disputa parece resuelta, sin mayores rupturas que las vistas, cumpliendo la máxima de Sun Tzu que señala que, “los guerreros victoriosos, primero ganan y después van a la guerra”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

Sígame en Twitter @julianisaac77

Comentarios en Facebook