La efervescencia política ha servido, entre cosas, como cortina de humo al desastre que sigue habiendo en la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Y si con Gaspar Armando García Torres las cosas estaban mal, con Arturo Álvarez Escalera las cosas aún son peores, y conste que no es una proeza superar al ex ‘ombudsman’ y ex magistrado.
La última del procurador Álvarez Escalera es el caso de una mujer de 60 años, señalada de matar a su esposo, aunque en defensa propia, y que fue sometida a tortura para confesar ‘su crimen’.
En tanto, la delincuencia está a todo lo que da en Playa del Carmen. Hasta los crímenes de esta ciudad ya son ‘virales’ en redes sociales. Pero los delincuentes se regocijan por la impunidad que le brindan el aparato de ‘procuración’ de justicia.
Y dicho, sea de paso, se le acabó la agudeza investigadora al Procurador, pues ya no han detenido más ‘culpables’ de la secuencia de ‘feminicidios’ de finales del año pasado.
Vaya que se siguen aplicando para que Quintana Roo se mantenga en el sitio de honor en impunidad.
Este gris oscuro personaje es responsable de la impunidad que campea en el estado de Quintama Roo. Consignaciones a modo, ocultamiento de expedientes, pagos por liberación de detenidos, recomendaciones para dejar de investigar tal o cual asunto son la constante en una Procuraduría de justicia estatal más corrupta e ineficiente que la que prevaleciera con Gaspar. Ni modo, a seguir padeciendo esta generación de corruptos e impunes zánganos en lo que acaba este sexenio…
Los comentarios están cerrados.