México adelantará la importación de combustibles para el próximo abril, según ha anunciado el presidente Enrique Peña Nieto. La previsión del Gobierno mexicano era que en enero de 2017 cualquier compañía pudiese vender gasolina y diésel en las estaciones de todo el país. La crisis del petróleo ha empujado al Gobierno mexicano a adelantar ocho meses una de las medidas más polémicas de la reforma energética. Hasta ahora, el único comercializador de combustibles en México es Petróleos Mexicanos (Pemex), a través de 11.000 estaciones.

Peña Nieto ha hecho el anuncio en la Conferencia CERAWeek 2016 en Houston (Texas), uno de los foros más importantes de la industria energética del mundo. La medida pondrá a los reguladores de energía de México a trabajar a marchas forzadas para vigilar las operaciones de importación de combustibles. Sin embargo, los precios de la gasolina y el diésel serán liberados hasta enero de 2018 y se seguirán fijando según el gusto de la Hacienda mexicana.

Además, el presidente mexicano ha fijado para diciembre la fecha para la primera subasta de yacimientos en aguas profundas del golfo de México. Esta es la licitación de la Ronda Uno más esperada por las compañías petroleras desde la apertura del sector energético de México en diciembre de 2013. Las firmas petroleras suelen hacer cuantiosas inversiones en este tipo de yacimientos, ya que calculan sus ganancias en plazos de entre 5 y 10 años. La petrolera estatal no ha incursionando en este negocio por su carencia de recursos para invertir y su deteriorada situación financiera.

El Gobierno mexicano confía en que el apetito de las petroleras para las aguas profundas sea similar al que obtuvieron en las pujas de los yacimientos en tierra y en aguas someras durante 2015: 30 bloques subastados de 44. Aún cuando la previsión es que el precio del barril de petróleo continúe este año entre los 20 y los 30 dólares.

En un salón lleno de empresarios energéticos, Peña Nieto no evitó hablar sobre el estado de las finanzas de Pemex. Apenas el miércoles, el ministro de Hacienda, Luis Videgaray, anunció un recorte de 5.500 millones de dólares para ajustar las finanzas de la petrolera que atraviesa serios “problemas de liquidez”. Y hace dos semanas, el presidente mexicano ordenó el relevo del exdirector Emilio Lozoya por el economista José Antonio González Anaya. El perfil del nuevo director sugiere la reestructura de los gastos de la firma estatal. “Pemex enfrenta grandes retos pero también enormes desafíos por los bajos precios del petróleo”, ha dicho Peña Nieto ante los petroleros.

El presidente mexicano ha explicado que a partir de ahora Pemex tomará “decisiones financieras inteligentes” y que tendrá que “reducir sus gastos y aprovechar las oportunidades de asociación que la reforma energética le ofrece”. El próximo 29 de febrero la petrolera hará públicos sus resultados financieros de 2015. Entonces dejará ver en números la merma de sus ingresos y ventas en los últimos meses, así como la magnitud del ajuste al que estará sujeto. (Fuente: El País)

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