Ayer (lunes) fue un día emotivo y muy estimulante para Quintana Roo con el arranque de campaña de Carlos Joaquín, candidato por el PAN-PRD a la gubernatura. Un 29 de febrero verdaderamente memorable desde que al lugar indicado para esta celebración empezó a llegar la gente: panistas, perredistas, independientes, representantes de organizaciones sociales, estudiantes, amas de casa y, por supuesto, los vecinos de la región 228. La cantante “Lizi” amenizó con una rumba, y bastó con escucharla para que algunos echaran sus pasitos de salsa, pero por supuesto atentos a ver quién iba llegando o quiénes empezaban a colarse, incluyendo los “infiltrados”. En Cancún, sabemos –casi sin temor a equivocación– de qué pie cojean los personajes de la política local; ya es evidente que estamos bien informados, y ayer –por lo tanto–, las consignas más entusiastas se escucharon fuerte: “¡Fuera Beto!” y “¡Fuera Borge!”, entre otras. Ya entradas las 7 de la noche iniciaron los discursos, y la gente emocionada ondeó sus banderas partidistas con alegría sin desatender los discursos de los líderes nacionales: Agustín Basave, presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y Ricardo Anaya, presidente del Partido Acción Nacional (PAN). “¿Por qué no ir juntos si necesitamos impulsar la transición democrática, el equilibrio de poderes y el respeto a las leyes? Son los planteamientos en los que coinciden ambos partidos.

Avanza la noche y el ánimo se enciende aún más cuando alguien dice: “¿Y si bailaremos al son que nos toquen”? La gente seguía de pie; esperaba más y más palabras de aliento para saber porqué sí ir con ellos. Ricardo Anaya denuncia que las prácticas del actual gobierno están comandadas por un grupo de tramposos y chapuceros. Por su manera impecable de hablar y su carisma, los jóvenes ahí reunidos lo miraron con curiosidad y creo que también con algo de admiración. Desde el lugar en el que presencié el evento vi muchas cosas, incluso miradas de solidaridad, de complicidad entre mis amigos de los diferentes partidos políticos, y de las y los periodistas. Ahora recuerdo especialmente cuando, en su emotivo discurso, Carlos Joaquín dijo: “No te pueden ver sentado tomando café con quien se te pegue la gana porque les ofende”. Desde mi punto de vista, y por las experiencias que he pasado, aseguro que la percepción de estar siendo vigilado aquí en Cancún es muy común. Como muchas veces lo dije en tribuna y otros espacios públicos, considero indispensable insistir en que la autoridad del Estado implementó una política de medios drástica de omisión y de intervención en la vida privada de muchas personas. El candidato Carlos Joaquín lo dijo claramente, y con eso nos quedamos. Basta de exclusión, basta de desigualdades. Aquí vivimos y aquí construimos un estado entre todos, aun procediendo de diferentes lugares de origen, con culturas diversas, pero, finalmente, somos UNO. Por supuesto no podemos seguir teniendo el primer lugar de impunidad y de la deuda per cápita en todo el país. Y tampoco podemos seguir impávidos ante la inseguridad, los feminicidios –en aumento– y la pérdida de empleos. Es una pena ver la dura realidad de la crisis en infinidad de comercios cerrados o abandonados.

Hace 23 años decidí vivir en este pedazo de cielo rodeado del Mar Caribe, con sus maravillosos seres vivos, seres a los que convoco para que juntos caminemos… Confió en el cambio. Creo en la persona que nos tiende la mano, con todo derecho.

Por cierto, no quiero dejar de mencionar a un grupo de señoras de Cozumel que con gran enjundia también gritaban: ¡“Fuera Borge”! Sus semblantes reflejaban la energía y la fuerza de la confianza en un mejor futuro para todos…

Creo en la Coalición de las y los ciudadanos, pero sobre todo confío en que podemos hacer que la historia de Quintana Roo sea próspera, es decir, que cambie el rumbo que llevaba.

Vale la pena seguir caminando, apretemos el paso…

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