La Hora del Planeta (en inglés Earth Hour) es un evento mundial impulsado por la World Wide Fund for Nature (WWF) que se celebra anualmente, en marzo, y en 2016 se realizará el próximo sábado 19. Consiste en un apagón eléctrico voluntario con la colaboración de la sociedad civil, gobiernos, universidades y empresas. Nuestro país también participa. Ya se ha corrido la voz invitando a las personas a apagar las luces tanto en sus casas como en sus centros de trabajo, y las instancias de gobierno posiblemente participen apagando monumentos históricos y sitios emblemáticos en cada ciudad, y muy probablemente los más entusiastas activistas nos sorprendan en una y mil formas con sus acciones en diversos lugares y edificios. Con este acto simbólico se pretende “concienciar” a la sociedad sobre la necesidad de adoptar medidas frente al cambio climático antropogénico y las emisiones contaminantes, así como ahorrar energía de luces, fotos y todo objeto lumínico.
La primera Hora del Planeta se celebró en Sidney el 31 de marzo de 2007, entre las 19:30 y las 20:30 horas. El ahorro de energía en la ciudad australiana durante esa hora se estimó entre el 2,1% y el 10,2%, y en esa ocasión participaron, aproximadamente, 2,2 millones de australianos.
Desde entonces se han sumado a esta causa ecológica más de 35 países y 400 ciudades alrededor del mundo, y se espera que este año la convocatoria fructifique gracias a la actitud solidaria de miles de millones de seres humanos en todo el mundo.
La semana pasada se dio un suceso insólito en la Ciudad de México: vientos muy fuertes que alcanzaron más de 65 kilómetros por hora, lo que provocó la caída de 160 árboles y de una buena cantidad de anuncios espectaculares; las lluvias también fueron muy fuertes, hasta que finalmente el miércoles el cielo se iluminó con un enorme doble arco iris, motivo de fascinación para muchas personas, de las cuales una buena parte aprovechó para compartir esta impresionante imagen a través de las redes. ¿Presagio?, ¿señal? No creo. El planeta nos cobra la factura por los abusos que los seres humanos hemos cometido.
Si consideramos que en los próximos diez años, el 70% de la población vivirá en las ciudades, la necesidad de contar con una atmósfera respirable nos obliga a fomentar una actitud verdaderamente comprometida con el medio ambiente, y todos sabemos que aun la acción más aparentemente insignificante tiene efectos positivos; aparte están los programas de transporte limpio y de fomento a la reducción de emisiones contaminantes, proyectos de mayor impacto en los que, por supuesto, nos conviene involucrarnos.
Recuerda, el apagón simbólico se realizará el día 19 de marzo. En cada rincón del mundo se apagarán las luces durante una hora o más; es cuestión de sumarnos a la iniciativa en la hora precisa que corresponda o cuando podamos, ya que durante todo el día este acto simbólico pasará de un país a otro, de un pueblito a una mega urbe… Lo importante es darle un respiro a nuestro planeta.
¡Apaga la luz!