CANCÚN, MX.- En su presentación como nuevo delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, el tabasqueño Manuel Andrade echó por tierra los discursos de unidad que han reiterado el dirigente estatal de ese partido, incluido el precandidato a la gobernador, Mauricio Góngora.
“Nosotros vamos hacer aquí un trabajo de reunificación, de unidad, de reconciliación. Con orden y disciplina, creo que podemos normalizar el trabajo del partido”, dijo.
Dicharachero y relajado, el tabasqueño, que de paso presumió haber sido delegado para las recientes elecciones extraordinarias de Colima, que ganó el PRI, aseguró que ya se venía venir la renuncia a ese partido de Carlos Joaquín González, ahora precandidato de la coalición UNE (PAN-PRD).
De entrada, sostuvo que Carlos Joaquín se “desesperó, presumió que iba”, pero al mismo tiempo también estaba “esperando el ambiente y preparando el terreno” para su renuncia.
Y aseguró: “Yo creo que tenía tomada (la decisión) desde hace un tiempo”.
Pero, antes, se curó en salud.
“El PRI, gran forjador y creador de los grandes valores políticos de este estado”, dijo.
Frente a los señalamientos de que el PRI espera una dura contienda en Quintana Roo, afirmó que “aun en el peor escenario de competitividad, vamos a ganar esta elección”.
También minimizó los cientos de renuncias al PRI que continúan en cascada en todo el estado.
Para el nuevo delegado solo renunciaron 69, de acuerdo al padrón de militantes, y los demás no estaban en este listado, sancionado por el Instituto Nacional Electoral (INE).
“Como dicen en Tabasco: Lo que es mío es lo que está en mi corral”, acotó.
En su presentación, estuvo acompañado por los secretarios de Organización y de Acción Política, del CEN del PRI, Willy Ochoa y Manuel Añorve, respectivamente, así como del presidente estatal, Raymundo King y el presidente de la Gran Comisión del Congreso del estado, Pedro Flota Alcocer.
Sobre la salida del anterior delegado, Ulises Ruiz, Añorve, afirmó que “es un relevo normal en proceso electoral”.
EL NEGRO PASADO DE MANUEL ANDRADE
Andrade Díaz, a quien se vinculó con la supuesta red de prostitución del partido en el Distrito Federal, encabezada por el exlíder priista, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, es el encargado de estar al frente de la elección a gobernador en Quintana Roo.
Andrade Díaz no solo fue relacionado a Gutiérrez de la Torre, cuenta con una acusación por tráfico de influencias, luego de que la Procuraduría General de Justicia de Tabasco (PGJ) detuviera en noviembre de 2014, a José del Carmen Domínguez Nárez, exsecretario de Comunicaciones y Transportes. El proceso se mantiene en pausa desde el año pasado.
Domínguez Nárez fue uno de los 13 amigos y familiares del entonces gobernador tabasqueño, que fueron beneficiados con notarías públicas, y a quienes la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se las anuló por vicios en el proceso.
Las notarías fueron entregadas por Andrade, cinco días antes de terminar su mandato como gobernador de Tabasco, entre ellas la de su hermano Darwin y exfuncionarios de su administración.
Fueron anuladas por el Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Tabasco (TCAT), por ser consideradas ilegales, además de que a Domínguez Nárez se le implicó en un presunto fraude electoral, durante el proceso electoral de 2006, donde ganó la gubernatura Andrés Granier Melo. (Noticaribe con información de CNN)
O sea, vino a Quintana Roo arriar una bola de bueyes? Digo, por aquello del corral. Ahora si, suma más agresores priístas a los Quintanarroenses el carnal del Peje.
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