LA HABANA, Cuba- Barack Obama se convertirá hoy en el primer presidente que pisa suelo cubano desde 1928, y lo hará a pesar del bloqueo o embargo económico que Estados Unidos mantiene vigente contra Cuba y de las evidentes diferencias que aún mantienen ambas naciones, que fueron enemigas acérrimas hasta que el 17 de diciembre de 2014 se anunció el inicio del proceso de restablecimiento de sus relaciones diplomáticas.
Obama llega a Cuba tras haber anunciado su empeño de combatir el bloqueo o embargo hasta derribarlo, esto a pesar de la fuerte oposición de sectores conservadores en su país, porque entiende que la política de Estados Unidos hacia esta nación caribeña ha sido fallida.
En Cuba será recibido por el presidente Raúl Castro, con quien ha mantenido dos encuentros que conmocionaron al mundo político, uno durante la Cumbre de las Américas en Panamá y otro en el contexto de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El encuentro se da en el marco del restablecimiento de relaciones diplomáticas conseguido por ambos dirigentes el año pasado y a pesar de que todavía queda mucho camino por recorrer para poder decir que esta es una sociedad de amistad plena.
El gobierno cubano entiende que hay que resolver temas como la derogación del bloqueo o embargo económico, la devolución de la Base Naval de Guantánamo, el cese de lo que ellos denuncian es una financiación ilegal de disidentes, entre otros puntos. Obama, por su parte, sostiene que si bien el bloqueo o embargo es insostenible, su fin de buscar mayor apertura democrática en Cuba no cesará, por el contrario, se afirmará mediante lo que llama nuevas estrategias.
Como ejemplo de esta nueva etapa en las relaciones, el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), publicó una extensa carta de “bienvenida” al presidente estadounidense, en la cual expuso sus argumentos para recibirlo con los brazos abiertos.
“El mandatario estadounidense será bienvenido por el Gobierno de Cuba y su pueblo con la hospitalidad que los distingue y será tratado con toda consideración y respeto, como Jefe de Estado. Esta será una oportunidad para que el Presidente de los Estados Unidos aprecie directamente una nación enfrascada en su desarrollo económico y social, y en el mejoramiento del bienestar de sus ciudadanos. Este pueblo disfruta derechos y puede exhibir logros que constituyen una quimera para muchos países del mundo, a pesar de las limitaciones que se derivan de su condición de país bloqueado y subdesarrollado, lo cual le ha merecido el reconocimiento y el respeto internacionales”, sostiene el escrito de Granma.
“El pueblo de Cuba espera que la visita del mandatario estadounidense consolide su voluntad de involucrarse activamente en un debate a fondo con el Congreso para el levantamiento del bloqueo y que entretanto, continúe haciendo uso de sus prerrogativas ejecutivas para modificar tanto como sea posible su aplicación, sin necesidad de una acción legislativa”, agregó en otro de sus segmentos.
Obama ha ido desmontando los puntos más críticos del bloqueo o embargo de manera quirúrgica. Utilizando sus prerrogativas presidenciales ha recurrido a complicados entarimados legales que le permiten liberar el comercio entre ambos países. Tan reciente como la semana pasada desregularizó varias disposiciones del bloqueo o embargo como parte de su estrategia de acercamiento a Cuba.
“El objetivo de la política del Presidente con respecto a Cuba es simple: mejorar la vida del pueblo cubano y promover los intereses de Estados Unidos. El Presidente fundamentalmente cree que la mejor manera de alcanzar el objetivo es facilitar más la interacción entre los pueblos de Cuba y de Estados Unidos, incluso a través de viajes y oportunidades comerciales y mediante un mayor acceso a la información”, dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, en una declaración escrita recibida por El Nuevo Día.
“El compromiso y los cambios significativos como los que se anunciaron continuarán empoderando al pueblo cubano y promoverán nuestros perdurables objetivos de respaldo de los derechos humanos, mejoramiento de la vida del pueblo cubano y promoción de lazos más estrechos entre nuestros pueblos. Confiamos ampliamente que este compromiso conducirá a un futuro mejor tanto para el pueblo de Estados Unidos y de Cuba”, sostuvo.
El acercamiento entre Cuba y Estados Unidos avanza, a paso más lento de los que muchos estiman conveniente, pero se mueve. Esa realidad ha provocado que otros países comiencen a acelerar el paso en sus planes con la isla caribeña.
Obama llega a pocos días de que la Unión Europea alcanzara un histórico acuerdo con Cuba que enterró la llamada “posición común”, un mecanismo que condicionaba severamente la actividad económica de los países europeos en tierras cubanas.
Federica Mogherini, alta representante de la UE para los Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, estuvo de visita en Cuba para refrendar el nuevo acuerdo y aprovechó la ocasión para hacerle coro a Obama, pero desde su propia trinchera.
“Estamos de acuerdo en que el embargo de los Estados Unidos está totalmente obsoleto. El bloqueo es una medida que pertenece a otro siglo. Ahora las prioridades son el diálogo y la cooperación, desde luego el bloqueo es un obstáculo que tiene que terminarse. Sus efectos extraterritoriales son ilegales. La posición de la Unión Europea es clara: necesitamos que las empresas europeas no sean penalizadas. Trabajaremos con determinación para terminar con esta política que afecta la actividad económica y el desarrollo, y causa daños a la sociedad cubana”, expresó Mogherini en presencia del canciller cubano Bruno Rodríguez.
“La Unión Europea es y seguirá siendo crecientemente un socio importante para Cuba. Es una región con la que tenemos vínculos históricos, culturales; es nuestro segundo socio comercial, de manera que hay sólidas bases, un amplio potencial por desarrollar y Cuba en sus prioridades de desarrollo nacional siempre contará con los intereses de nuestras contrapartes europeas que acompañaron a nuestro país, incluso en los momentos más difíciles de nuestra economía, y nuestros vínculos seguirán siendo seguramente una prioridad común”, expresó Rodríguez.
Si bien el diálogo entre la UE y Cuba viene de antes de la era Obama, no sería erróneo decir que el coqueteo entre caribeños y europeos representa un llamado de atención para Estados Unidos.
Por tal razón, entre muchas otras, Obama viene a Cuba. Su agenda será apretada e incluirá conversaciones con su homólogo Castro, así como sus tradicionales mensajes y visitas a ámbitos de la vida cotidiana del país. Será bien recibido, asegura el gobierno, como se ha hecho con cada mandatario que ha visitado el país recientemente. Ahora queda ver si esa visita a Cuba será reciprocada por Castro a Washington, como dice Gerardo Hernández, uno de los llamados cinco héroes cubanos.
“Diplomáticamente el gesto se impone, no creo que exista nada en contra para que nuestro presidente visite la Casa Blanca. Esta visita de Obama a Cuba hace más posible una visita de nuestro presidente Raúl Castro a Cuba”, dijo Hernández a El Nuevo Día.
La primera parte de ese “gesto” se concreta hoy en la tarde en La Habana y a partir de ahí se comenzará a escribir un nuevo capítulo en las relaciones cada vez menos tensas entre Cuba y Estados Unidos, un libreto cuyo final dista de estar a la vuelta de la esquina, todo lo contrario, pues son muchas las historias que quedan por contar. (Fuente: El Nuevo Día)