LA HABANA.- En un discurso de más de 40 minutos el presidente estadunidense Barack Obama se dirigió al pueblo cubano, especialmente a los jóvenes, y refrendó su voluntad de “ver el futuro como amigos” y recordar los lazos que unen Cuba y Estados Unidos.

Y no dejó ir una recomendación: Autorizar al pueblo para “criticar” y “elegir libremente” a su gobierno.

El presidente de Estados Unidos arrancó su discurso condenando los atentados de este martes en Bruselas y reiteró su solidaridad con la nación belga, no sin antes advertir que los responsables “serán llevados ante la justicia”.

Entre referencias históricas, reflexiones políticas y fragmentos de su vida personal, Obama exhortó los jóvenes a “construir algo nuevo” en Cuba. Con el afán de seducir a la población –en un discurso transmitido en vivo por la televisión nacional–, pronunció algunas frases en español, entre ellas: “Creo en el pueblo cubano”.

Desde el suntuoso y recién renovado Teatro Alina Alonso, el mandatario estadunidense reconoció que antes del triunfo de la revolución, en 1959, el gobierno de Estados Unidos ignoraba la pobreza en Cuba y fomentaba la corrupción, y llamó a la audiencia a remover la “sombra de la historia” en esta nueva etapa de la relación entre ambos países. “Conozco la historia, pero rechazo estar entrampado en ella”, apuntó.

“Ofrezco al pueblo cubano el saludo de paz”, dijo el mandatario al recordar que más allá de las cinco conflictivas décadas entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, ambos pueblos comparten muchas cosas en común, entre ellas la historia colonial y el mestizaje, los intercambios de ideas y la pasión por el beisbol o el “reggaeton”.

“Esto no es solamente un proceso de normalización con el gobierno cubano, sino con el pueblo cubano”, insistió Obama. Luego añadió: “Entierro el último vestigio de la Guerra Fría en América (…) Nuestros nietos observarán esta época como una aberración”.

Y multiplicó los gestos de seducción hacia los habitantes de la isla cuando aseveró, en español, que “el cubano inventa del aire”.

Posteriormente destacó los espacios de colaboración entre Cuba y Estados Unidos.

Sin embargo, cuando abordó los temas políticos subrayó las “diferencias profundas” entre ambos gobiernos.

“Las diferencias entre nuestros gobiernos están fuertes”, insistió Obama bajo la mirada atenta de Raúl Castro, el presidente cubano, quien se encontraba sentado en los balcones del viejo teatro.

“Cuba tiene un sistema de partido único. Estados Unidos es una democracia multipartidista. Cuba tiene un modelo económico socialista. Estados Unidos tiene un mercado libre. Cuba enfatizó el papel y los derechos del Estado. Los Estados Unidos insisten en los derechos de los individuos”, apuntó.

Y para demostrar la eficacia de la democracia tomó su propio ejemplo, él de un niño mestizo criado por una madre soltera en un país con un duro pasado de discriminación y esclavitud. “La gente se organizó, debatió, retó a funcionarios del gobierno, por ello estoy aquí”, sostuvo.

También defendió el modelo económico liberal y llamó a los cubanos a abrir su propio negocio para participar en la incipiente pero dinámica iniciativa privada que florece en Cuba.

De igual manera, Obama recordó las críticas que suele hacer el gobierno cubano sobre la sociedad estadunidense, como el abuso de dinero en la política, la discriminación racial o la pena de muerte, entre otros. “Yo doy la bienvenida a estos debates, está bien, es saludable”, dijo.

Estados Unidos, agregó, no tiene la intención de cambiar el sistema en Cuba, pero es necesario –dijo– facilitar el ingreso al trabajo e incrementar el acceso a Internet. En esta materia, aseveró, “no existen limitaciones por parte de Estados Unidos”. “Ese es su papel”, remató.

Prosiguió: “Les puedo decir como amigo que la sustentabilidad en el siglo 21 depende del seguro médico, la educación y protección ambiental, mas también depende de la libertad y la circulación de las ideas”.

Finalmente llamó a la “reconciliación” del pueblo cubano e insistió en los lazos “de sangre” y “de familia” que unen a los habitantes de la isla y a quienes salieron del país de manera clandestina a lo largo de los últimos 50 años.

Si bien ese tema es espinoso en la isla, donde algunos consideran a los “exiliados” como traidores a la revolución, Obama enfatizó que “muchos de ellos aman a Cuba”, y “la reconciliación del pueblo cubano es fundamental para el futuro de Cuba”, concluyó. (Fuente: Proceso)

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