Ahora que Paul Carrillo se puso a gobernar las cosas están empeorando en Cancún.

Hasta hace unos meses, Paul era algo así como como el ‘portero’ de la vecindad.

Quien mandaba y ordenaba, ponía y disponía, era Roberto Borge.

Pero desde hace unas semanas se acabó el omnipoder de Roberto Borge, con lo que algunos alcaldes empezaron ahora a ser alcaldes.

Sin embargo, Paul es todo un chivo en cristalería.

Sus dos semanas de gobierno han sido todo un desastre. Ya empezó a vender terrenos del municipio y subir impuestos y derechos.

Pareciera que Paul pretende recuperar el tiempo perdido.

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