El costarricense Alejandro Jiménez, alias ‘El Palidejo’, fue sentenciado este jueves en Guatemala a 50 años de prisión como autor intelectual del asesinato del trovador argentino Facundo Cabral, ocurrido en la capital guatemalteca en 2011.
“Los acusados son responsables del delito de asesinato” de Facundo Cabral, dijo en su resolución la jueza Yassmin Barrios, quien impuso una pena similar a cuatro guatemaltecos responsables de cometer el ataque armado.
El crimen del artista, perpetrado el 9 de julio de 2011, conmocionó a Guatemala donde ciudadanos vestidos de blanco salieron a las calles para exigir justicia y “pedir perdón al mundo” por el asesinato, así como para demandar acciones al entonces presidente Álvaro Colom (2008-2012) por los altos niveles de violencia en el país.
Jiménez fue sentenciado a 30 años de cárcel por el asesinato de Cabral y otros 20 años por tentativa de asesinato contra el empresario nicaragüense Henry Fariñas, quien viajaba con Cabral en el mismo automóvil y era el verdadero objetivo del atentado.
La jueza aplicó la misma condena a los guatemaltecos Elgin Vargas, Wilfred Stokes, Juan Hernández y Audelino García, señalados como autores materiales del crimen.
La magistrada agregó otros tres años de cárcel a Vargas y Stokes por el delito de encubrimiento propio, aunque la ley guatemalteca establece que la pena máxima de prisión es de 50 años.
Según Barrios, quien condujo el juicio desde el pasado 28 de marzo, durante el proceso se comprobó que el costarricense “contrató” al grupo de sicarios dirigido por Vargas para “asesinar a Fariñas”, pero fue Cabral quien resultó víctima fatal.
Paso contra la impunidad
Cantante, compositor musical y filósofo, el argentino era famoso por sus conciertos en los que combinaba la música con la reflexión sobre problemas políticos, sociales o existenciales.
Una de sus canciones más famosas es “No soy de aquí ni soy de allá”, que el autor decía haber improvisado en 1968 durante un concierto en Punta del Este, Uruguay, y que es un himno a las cosas sencillas de la vida.
Según la Fiscalía, el ataque estaba dirigido contra el empresario nicaragüense Fariñas, quien viajaba con Cabral al aeropuerto internacional La Aurora, luego de que el artista realizara dos presentaciones en Guatemala.
Durante el debate, por medio de un video presentado por los fiscales, Fariñas detalló que el atentado se originó en la fallida negociación para la venta a Jiménez de un centro nocturno en Costa Rica.
Fariñas se encuentra preso desde 2012 en Nicaragua, donde cumple una sentencia de 18 años de cárcel por narcotráfico, lavado de dinero y asociación ilícita.
Mario Polanco, director de la ONG humanitaria Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), dijo a la AFP que la sentencia contra Jiménez y el resto de implicados en la muerte violenta del cantautor argentino es “un mensaje al mundo” de que el crimen contra el artista no quedará en la impunidad.
“Es una sentencia importante para mejorar la imagen del país y para recobrar el nivel de justicia en Guatemala que ha estado muy débil debido a que la impunidad ha prevalecido”, apuntó Polanco, quien explicó que este caso evidenció el poder del crimen transnacional en Centroamérica.
Pasado delictivo
Jiménez fue capturado en Colombia cuando intentó ingresar con documentos falsos. Fue entregado a Guatemala el 11 de abril de 2013 y recluido en una cárcel de máxima seguridad de la capital.
‘El Palidejo’ ya se encontraba bajo la lupa de las autoridades judiciales costarricenses desde 2002 por denuncias de estafa, lavado de dinero y narcotráfico.
Haciéndose pasar por un vendedor de verduras en el poblado de La Aurora, en las afueras de San José, Jiménez poseía propiedades valoradas en 2 millones de dólares, al menos 10 autos de lujo y otros bienes ostentosos.
La esposa de Jiménez, Wendy Pérez, huyó de Costa Rica hace más de un año debido a investigaciones por su posible participación en lavado de dinero, mientras que los padres de “El Palidejo” también están prófugos. (Fuente: Infobae)