Vemos el video de la destrucción de propaganda de un candidato a Gobernador, opuesto al PRI realizada por una persona muy parecida a un Senador de la República; una y otra vez leemos las notas que sólo uno o dos medios impresos locales publican, leemos las notas de los medios por internet al respecto.
Vemos también la quema de similar propaganda como en un acto de fe medieval o prehispánico, en un evento que preside alguien del que se dice es diputado por el mismo PRI.
Y muchos no lo podemos creer. Nos preguntamos: ¿Qué tienen en la cabeza estas personas?
Si estos hechos son ciertos, son casos graves; porque ambos son legisladores uno local y otro federal, que al tomar posesión de su cargo levantaron el brazo derecho y con la mano extendida, pomposamente juraron “Cumplir y hacer cumplir la constitución y las leyes que de ellas emanen” y estarían faltando a su juramento, no son dignos de confianza, no tienen palabra de honor, mienten.
Que las autoridades correspondientes actúen con legalidad y prontitud, o de lo contrario estos hechos delictivos y violentos, llenos de ira y de temor, pueden escalar en grado y magnitud, si las autoridades no cumplen su obligación de organizar y desarrollar el proceso electoral en paz y conforme a la ley.
Estamos esperando su pronta y legal actuación.
No soy psicólogo, ni psiquiatra, ni médico, sólo soy un ciudadano que observa y se entera de las conductas que los diversos partidos, sus candidatos, sus dirigentes, militantes o simpatizantes están desplegando en este proceso electoral; no puedo por ello hacerme eco de los terribles epítetos, que se les han atribuido a estas dos personas en las redes sociales y comentarios público, merecen mi respeto; pero la Voz del Pueblo es la Voz de Dios.
Tal vez debiera resultarles preocupante a los candidatos de la coalición de priistas y verdes estas conductas porque lejos de ayudar, estarían alejando las simpatías del votante libre, del que no se compra con una despensa o camiseta o con unos cuantos pesos. ¡Qué pensarán sus dirigentes nacionales y estatales? O ¡sus estrategas de campaña?
¡Si esto hacen en campaña electoral, como gobernarán en caso de ganar?
No sólo esto está sucediendo, he recibido comentarios de empleados de los tres poderes del estado, de que sus jefes los están obligando bajo amenaza de perder su trabajo y del de sus familiares que también laboren en el “gobierno”, de que tienen que salir a las calles, ser activistas de la coalición “oficial” y llevar copias de 10, 30, 50 o 100 de credenciales de elector; y que más adelante les exigirán llevar credenciales de elector originales, estos también son delitos electorales.
Al sugerirles que denuncien, desde luego me preguntan que si el loco soy yo; ya que “las autoridades electorales, están de parte del gobierno y que son órdenes”. Y claro tienen miedo de perder sus trabajos en cumplimiento de las amenazas recibidas.
Luego entonces es la oportunidad de que en Quintana Roo, logremos que con nuestro voto, libre y razonado, dejemos de vivir con miedo, espiados, amenazados, no podemos quedarnos sentados cómodamente en nuestras casas el domingo 5 de junio, sin hacer nuestra parte para recobrar la libertad y de darnos mediante la alternancia un gobierno, honesto, transparente, que nos rinda cuentas y que gobierne de cerca al pueblo, es cuestión de disponer de algunos minutos para vivir en un estado en que se nos respete.
En la soledad de la mampara de la casilla electoral, nadie nos ve, estamos solos con nuestra boletas de votación, el voto es libre y secreto.
Si es cierto que existe un estado de derecho en México y en Quintana Roo, estas conductas ya deben estar siendo investigadas y de resultar debidamente acreditadas, los responsables sancionados conforme a la ley; sin embargo nosotros los votantes no tenemos que esperar nada de las autoridades; podemos resolver esto con nuestro Voto.
¡Usted Ciudadano, Ciudadana, decide!
Abog. Manuel Canto Presuel.
23 de abril de 2016.
