Si no fuera por asuntos como el ‘affaire’ de Félix González Canto –el #GentlemanPendones-, las campañas seguirían como ocultas.
Las cada vez más ridículas leyes electorales hacen sosas, lacónicas y casi intrascendentes las campañas y hasta los mensajes de los candidatos.
Y es ahí donde el Instituto Electoral de Quintana Roo debería de entrar al quite para ponerle un poco de sabor a las campañas.
Pero la presidenta consejera, Mayra San Román Carrillo Medina, y los consejeros, más que promover la participación, parece que van en el camino contrario.
Hasta ahora, el nuevo Ieqroo se ha caracterizado por sus reveses legales, como los asuntos de los topes de campaña o el retiro de la candidatura del representante del PAN-PRD en Puerto Morelos.
Una de las prioridades del Ieqroo sería la de organizar un debate en serio, en cadena estatal y con la promoción posible a fin de que el proceso electoral llame la atención de los electores.
Sin embargo, se ha mostrado que el nuevo Ieqroo salió igualito al viejo Ieqroo.