La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) clausuró un desarrollo habitacional conocido como “Villa Balam Ek”, en el municipio de Tulum, Quintana Roo, debido a la afectación de 1,000 metros cuadrados de terreno forestal en duna costera y selva baja.
Personal de la Oficina Regional de la PROFEPA en Akumal, durante visita de inspección en el predio, observó que se trata de obras y actividades de una casa de cuatro niveles, una piscina y dos jardineras, sin contar con la Autorización Federal que expide la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
En la Zona Federal Marítima Terrestre (ZOFEMAT) se encontraron dos jardineras, las cuales están construidas con piedra y cemento, lo que limita y obstruye la continuidad de la vegetación nativa del lugar.
Asimismo, se observó un andador que entra al mar caribe de 12.6 m de largo y 2.99 mancho, con 0.46 m de alto.
Cabe señalar que esta acción suma la quinta clausura que lleva a cabo la Oficina Regional de PROFEPA en Akumal, desde su instalación el pasado 28 de abril del presente año.
En la duna costera se encuentran las especies Uva de mar (Coccoloba uvifera), Suriana marítima, Lirio de playa (Pancratium maritimun), así como la especie de palma chit (Thrinax radiata); listada en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 bajo la categoría de Amenazada (A).
Dicha flora representa un ecosistema altamente vulnerable por la construcción de desarrollos inmobiliarios, que aprovechan las playas de mar caribe con fines turísticos.
La selva baja, del tipo arbóreo no alcanza dimensiones en diámetro y altura para tener valor comercial; es utilizada para la construcción de palapas, sin embargo su valor ecológico es alto debido a que es refugio y hábitat de innumerables especies de fauna silvestre
El grupo de fauna afectada son los reptiles, aves y mamíferos como el caso de la Iguana negra (Ctenosaura similis) clasificada en categoría de amenazada (A) en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
El papel de la fauna, como parte integrante en las cadenas tróficas que conforman un ecosistema tropical, resulta de suma importancia, toda vez que la alteración de dicho ecosistema, ya sea de manera natural o antropogénica es una modificación de la diversidad y abundancia (biodiversidad) de las especies que de manera natural conforman éstos y la más susceptible es aquella que presenta menor movilidad.
Los daños ocasionados pueden ser sancionados hasta con veinte mil días de salario mínimo vigente de acuerdo a la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, además de las medidas de restauración que dictamine la propia Procuraduría.
Cabe destacar, que la representación de la Procuraduría en Akumal continua atendiendo la problemática de la Bahía donde se llevan a cabo recorridos de vigilancia, para evitar que turistas y prestadores de servicios dañen las zona de anidación de tortugas marinas de las especies Carey (Eretmochelys imbricata), Blanca (Chelonia mydas) y Caguama (Caretta caretta) y de colonias de coral cuerno de alce (Acropora palmata). (Fuente: Profepa)