Donald Trump es el último hombre de pie en la carrera por la nominación presidencial republicana y eso llevó a sus críticos en el partido para intensificar la búsqueda de un candidato que pueda respaldar una alternativa con vistas a la convención del 18 de julio en Cleveland.
Los operadores políticos están cortejando a donantes, contactando a posibles candidatos y desarrollando planes de contingencia para superar las onerosas leyes de inscripción de candidaturas.
“Esto es más que nada una batalla por el futuro de la política de partidos en los Estados Unidos”, dijo el estratega republicano Joel Searby, que trabaja con el escritor conservador Bill Kristol, entre otros, a fin de identificar un candidato alternativo para las elecciones del 8 de noviembre.
Un grupo separado llamado Conservadores Contra Trump, que incluye al blogger Erick Erickson, realizaron llamadas y reuniones para discutir la posibilidad de un candidato distinto, así como otras opciones para impedir que el multimillonario de Nueva York llegue a la Casa Blanca.
Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes de los EEUU y a su vez el republicano con el cargo de mayor rango en la actualidad, declaró a la cadena CNN que no apoyará a Trump.
Afirmó que los miembros del partido quieren un “abanderado que porte nuestros ideales y unifique todos los flancos del Partido Republicano” y de esta manera salió al cruce del imparable magnate neoyorquino quien ya puso toda su estrategia en vencer a Clinton, la posible candidata demócrata.
En su cuenta de Twitter, Donald Trump agradece el apoyo de referentes del partido como el ex gobernador texano Rick Perry, sin embargo, publicó un tuit contundente: “Muchos grandes apoyos en el día de ayer. ¡Excepto por Paul Ryan! debemos poner a los Estados Unidos primero y hacer a los Estados Unidos grande de nuevo! (“Make America great again”, su slogan de campaña)”
Los obstáculos para una campaña alternativa son inmensos. Ningún candidato independiente ha ganado una elección presidencial en los Estados Unidos, aunque algunos influyeron en el resultado final.
Los esfuerzos de los grupos republicanos subrayan la división que genera la candidatura de Trump dentro del partido antes de una pelea en las elecciones generales en las que probablemente enfrentará a la favorita para conquistar la candidatura demócrata, Hillary Clinton.
La oposición de Trump al libre comercio choca con la opinión de muchos republicanos, especialmente en el ala empresarial del partido. Muchos de sus críticos también rechazan su retórica, incluyendo su llamado a prohibir temporalmente el ingreso de musulmanes al país y su descripción de los inmigrantes mexicanos como violadores y traficantes de drogas.
Sin embargo, algunos republicanos dicen que les preocupa que un candidato alternativo sólo reste votos a Trump y ayude a Clinton a ganar las elecciones.