Pues resulta que tras un mes de dale y dale, los quintanarroenses decidieron no ser Mauricio.

El candidato de la alianza PRI-PVEM-Panal, Mauricio Góngora, definió su estrategia de campaña usando como ariete la frase “Yo Soy Mauricio”, como una manera de ponderar la cultura del ‘esfuerzo’ del abanderado priista.

Pero resulta que la mayoría de los quintanarroenses no tienen a Mauricio como su ‘alter ego’.

Su frase no convenció a muchos.

Y a ‘Mau’, ‘hermano Mau’ para los más cercanos, no le ha quedado de otra que volver a lo de siempre para tratar de ganar.

El priista ha intensificado la guerra del lodo, ha desatado la violencia electoral, ha enviado esquiroles, ha enfilado a los medios y ha sometido al órgano electoral.

Y como su ‘padrino’ y su ‘hermano’, tira la piedra y esconde la mano. Nada nuevo bajo el sol, Mauricio se confirma como más de lo mismo, pero recargado.

Ya se entiende porque la mayoría de los quintarroenses no se identificaron con la frase que los equiparaba con Mauricio.

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