Heather Meadows, de 29 años y madre de dos hijos, quería conseguir una silueta más voluptuosa. Para ello no dudó en desplazarse más de 1.500 kilómetros desde el estado de Virginia Occidental, donde residía, hasta Miami, donde lograr lo que se conoce como un “trasero brasileño” es relativamente más barato que en otros lugares de Estados Unidos. Sin embargo, la operación le acabó costando la vida.
La intervención quirúrgica tuvo lugar el pasado día 12 en la clínica Encore Plastic Surgery de Hialeah, un municipio vecino de Miami. Con ella, según el centro, se consigue “el icónico trasero de Miami con el que siempre has soñado”. Este tipo de cirugía consiste en obtener grasa del torso de la paciente a través de una liposucción e inyectarla después en la zona de las nalgas para levantar los glúteos y lograr el efecto “brasileño” esperado. En el caso de Meadows, sin embargo, no salió como se esperaba.
Al transferirle los lípidos, entraron en su torrente sanguíneo partículas de grasa a través de una vena y formaron coágulos que le obstruyeron las arterias de los pulmones y el corazón, lo que acabó causando que estos órganos colapsaran, de acuerdo con el Departamento de Medicina Forense del condado de Miami-Dade. La joven fue llevada de un urgencia al recinto Palm Springs del hospital comunitario Larkin, donde falleció.
Un negocio al alza
La muerte de Heather Meadows ha puesto el foco sobre el boyante negocio de la cirugía estética y, en concreto, sobre los riesgos de estas intervenciones de “trasero brasileño”, que están en claro crecimiento y que han convertido a Miami en lugar de peregrinación para mujeres que quieren mejorar su aspecto. Según datos de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, Estados Unidos registró en 2015 más de 14.700 aumentos de glúteos mediante la inyección de grasa, lo que supuso un 28% más que el año anterior y es el mayor incremento en la lista de operaciones de cirugía estética, que sigue encabezada por los implantes en los pechos.
El departamento de Salud del estado de Florida está investigando el caso de la joven Meadows, según la policía de Hialeah. Sin embargo, no es el único en el que ha habido problemas. Hace tres años, una mujer de 51 años murió por una causa similar -coágulos de grasa en un pulmón- después de someterse también a una operación para aumentar el trasero en una clínica afiliada a Encore en Miami, Vanity Cosmetic Surgery.
Además, según recogía este miércoles “El Nuevo Herald”, una joven de 19 años residente en Hialeah tuvo que permanecer ocho días hospitalizada al sufrir varios paros respiratorios tras someterse a una liposucción en Encore Plastic Surgery. Este mismo diario recoge el testimonio de una puertorriqueña que vive en Alaska y que quería tener “unas nalgas como las de Kim Kardasian” y para ello acudió a Vanity Cosmetic Surgery. Ahora dice tener “un nudo en la parte de arriba de la cadera de seis pulgadas” y que no se puede mover.
Los riesgos de la cirugía en las nalgas
La propia Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos alerta en su página web una larga lista de riesgos que afrontan las pacientes cuando se someten a las operaciones de “trasero brasileño”, entre las que se incluye la posibilidad de “embolismo de grasa e inyección de grasa en el torrente sanguíneo que causa inflamación en los pulmones”.
“La decisión de someterse a una cirugía de aumento de trasero es extremadamente personal. Usted debe valorar si los beneficios cumplirá sus objetivos y si los riesgos y potenciales complicaciones son aceptables”, advierte. (Fuente: ABC.ES)