CHETUMAL, MX.- Nada para nadie en el primer y único debate de los candidatos a la gubernatura de Quintana Roo.
De los dos punteros.
Carlos Joaquín: al ataque.
Mauricio Góngora: Con un ‘chicharito’ en la oreja, solo siguió el guión y lo que le dictaban, repitió sus spots y se le borró la sonrisa.
El del en medio: José Luis Pech, de Morena, buscó recuperarse de una intrascendente campaña al atacar a los punteros, en particular a Carlos Joaquín.
Y Rogelio Márquez Valdivia, del PES, y Alejandro Alvarado Muro, del PT, totalmente predecibles, acudieron al debate para no debatir.
Quien abrió fuego, fue José Luis Pech, de Morena, quien se presentó como profesor y empresario y acusó a “dos cárteles”, el Félix González y Roberto Borge, y el de los Joaquín y Carlos Salinas.
Y Carlos Joaquín acusó que Quintana Roo está en primer lugar en robo a transeúntes y cuarto en extorsión.
Pero, lejos de contrastar, Mauricio se trató de colgar de Malecón Tajamar y ofreció no más economía sobre la ecología.
Nadie respondía nada nada y cada cual llevó su monólogo.
Carlos Joaquín trató de encender los ánimos al mencionar la privatización en favor de Aguakán, en Playa del Carmen, Cancún e Isla Mujeres.
Mauricio, calló.
También Carlos amenazó con llevar a la cárcel a los responsables del quiebra financiera estado. Mauricio, que fue secretario de Hacienda con Roberto Borge, volvió a callar.
Pech intentó cuestionar a Carlos Joaquin por su no posicionamiento del caso Tajamar y por su dimisión del PRI, pero Carlos Joaquín esquivó la puya y señaló que su salida es por el actual grupo que detenta el poder en la entidad.
Por su parte, Carlos cuestionó que Mauricio Góngora falseó su declaración “3 de 3”.
Mauricio ni se inmutó.
Para Pech, Carlos Joaquín y Mauricio Góngora son como la América y él es como el Pumas.
Para su última intervención, Mauricio resumió cada uno de sus “spots” incluida su oferta de entradas gratuitas los parques de Xcaret y Xel-Há, que ha sid otan criticada hasta por Pech Várguez, quien le pidió no prometer lo que no se puede cumplir.
Los candidatos no tuvieron mucho tiempo para improvisar y todos siguieron un guión más a menos en base a su estrategia, donde no hubo propuestas nuevas, pero tampoco las acusaciones fueron inéditas, ya que todo lo dicho ya se había comentado con anterioridad.
Quizá el más cansino en este formato fue Mauricio Góngora que sólo repitió lo que sale en sus spots en Youtube. Hubiera mandado sus videos y ya con eso, le criticaron en redes sociales.
El formato acartonado del debate, solo permitió al moderador, el rector de la Universidad del Caribe, Tirso Ordaz, dar la palabra.
Como la película de Fiebre de Sábado por la Noche, el debate transcurrió en medio de superficialidades y destellos, pero al final no hubo nada para nadie. (Noticaribe)