“La península de Yucatán es vulnerable, sobre todo a huracanes e incendios forestales, pero cada día se trabaja más duro con Protección Civil y la población es más consciente del riesgo”, declaró Ricardo de la Cruz Musalen, director general de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, al realizarse la reunión con el equipo de primera respuesta del Consejo Estatal de Protección Civil, ayer en el marco del inicio de la temporada de huracanes.
Según las estadísticas presentadas por Roberto Pinzón Álvarez, gerente regional de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se espera que en el océano Atlántico, incluyendo el mar Caribe y el golfo de México, se generen 13 fenómenos hidrometereológicos, de los cuales siete serían tormentas tropicales, cuatro huracanes categoría uno o dos, y dos huracanes intensos, de categoría tres o superior.
Recordó que ya se registraron dos fenómenos fuera de temporada, uno en enero y otro en los últimos días de mayo, frente a la costa de Florida, pero se prevé que este año se registren entre cuatro y seis impactos en México.
En los últimos 40 años, indicó, se han registrado mil 200 fenómenos tropicales en el los océanos Atlántico y Pacífico. De estos, 213 han tocado territorio nacional. En el caso del Atlántico, de 629 registrados, el 10 por ciento ha tocado la península de Yucatán, es decir, 66 formaciones.
El norte y el oriente de Yucatán, así como la costa de Quintana Roo, son los lugares más afectados por los impactos; mientras que el sur de Campeche es la zona más segura, apuntó.
De la Cruz Musalen declaró que las zonas más vulnerables en la península de Yucatán son aquellas que se pueden inundar rápidamente y en las que se encuentran las construcciones más endebles, como las creadas con lámina, pero también la infraestructura hotelera que tiene muchas ventanas con cristales.
Reconoció que en la península se tiene que vivir y convivir con el riesgo, porque durante seis meses al año hay una temporada de huracanes. “No es motivo de alarma, sino de generar conciencia”, aclaró.
Expresó que la labor de Protección Civil es de todos los días, con una actualización constante, pero a 30 años de la creación de la dirección, “somos más fuertes y más preparados”, pues tienen esquemas para llevar a la gente a zonas de resguardo.
El año pasado, el huracán Patricia, el más fuerte registrado en varias décadas, convertido en categoría cinco, se acercó a la costa del Pacífico. El director de Protección Civil recordó que “fue una experiencia grata porque no hubo fallecidos, pero sí se tuvieron que tomar decisiones muy difíciles, muy rápidas y preventivas”.
En aquel huracán, el equipo de Protección Civil se trasladó a la zona para evacuar a los pobladores de la costa, zonas bajas y cauces de ríos, así como a los turistas, a través de vuelos charters y carreteras. En esa ocasión colaboraron los gobernadores de Nayarit, Jalisco y Colima, y los gobiernos municipales, que permitieron actuar en coordinación, por lo que la preparación pagó bien, enfatizó.
“Cuando dicen que es el huracán más fuerte de la historia hay sentimientos encontrados, pero que quede como enseñanza y no nos confiemos, porque podría llegar una tormenta tropical, sin ser huracán categoría cinco, y causar grandes afectaciones”, sentenció.
Afirmó que los ciudadanos tienen que escuchar las recomendaciones de Protección Civil y si se acerca un huracán hacer caso, incluso en desalojos porque “a veces es difícil dejar el hogar, pero hay condiciones que son necesarias. Cuando se pide evacuar es para el bienestar de ellos”. (Fuente: La Jornada Maya)