CANCÚN, MX.- Transformado de territorio federal a estado “libre y soberano” hace 42 años, Quintana Roo no ha vivido aún la “alternancia”. Ha tenido dos etapas con los mismos protagonistas del PRI y los que se salieron de ese partido pero en ambas ha prevalecido la descalificación, la guerra sucia y el uso electoral de recursos públicos.
El domingo 5 se vivirá un segundo capítulo de confrontación directa entre dos grupos políticos y económicos originarios de Cozumel y emanados del PRI: la sociedad de los Borge con los González Canto y la familia del actual secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
Por el lado de la dupla del exgobernador Félix González Canto y del actual mandatario estatal Roberto Borge Angulo va Mauricio Góngora Escalante bajo las siglas PRI-PVEM-Panal y por el lado de Coldwell va Carlos Joaquín González, con las siglas del PAN y el PRD.
Góngora compite contra Carlos Joaquín González, quien tras abandonar el PRI fue postulado por el PAN y el PRD; Joaquín González, hermano del secretario de Energía, buscó la gubernatura por el PRI en 2010, pero declinó en favor de Borge.
Los dos candidatos tienen muchas coincidencias: son nacidos en Yucatán –el candidato oficialista es de Valladolid y Carlos Joaquín de Mérida- ambos fueron tesoreros y presidentes municipales de Solidaridad (Playa del Carmen).
Pero sus diferencias son irreconciliables, pues forman parte de grupos que desde hace más casi 5 lustros luchan por el poder político en Quintana Roo.
El primer enfrentamiento directo entre ambos grupos en elecciones constitucionales fue en el proceso electoral 2004-2005. González Canto contendió mediante una alianza entre el PRI y PVEM y Addy Joaquín Coldwell, hermana del exgobernador Pedro Joaquín y del actual candidato Carlos Joaquín, lo hizo bajo la coalición PAN-Convergencia.
González Canto quedó el primer lugar, con 40.6% de los votos; el exalcalde Cancún, Juan Ignacio El Chacho García Zalvidea, quien contendió por el PRD y PT, quedó segundo a solo seis puntos del priista, y Addy Joaquín en tercero con 22.3%.
En esta elección los dos grupos de origen priista vuelven a enfrentarse. El enfrentamiento inició en el PRI, y tuvo como primeros protagonistas a Roberto Borge y Carlos Joaquín, cuando éste aún era secretario de federal de Turismo.
Borge promovió como primera opción al actual diputado federal José Luis Chanito Toledo, pero finalmente la dirigencia nacional del PRI, optó por Góngora, cercano a González Canto.
Días antes de la designación de Góngora Escalante, que ocurrió a unos días de que venciera el plazo legal, Carlos Joaquín renunció al PRI y se presentó como candidato externo del PAN y PRD, partidos que, por cierto, estaban sumergidos en crisis en la entidad.
En los comicios de 2015, el PAN solo tuvo el 10% de los votos, y el PRD, el 8%.
Tras el enfrentamiento con Borge, sin proponérselo, Carlos Joaquín se convirtió en un candidato “antisistema”. Sumó adeptos de agrupaciones y personajes que fueron agraviados por los excesos del aun gobernador de Quintana Roo.
Junto con Carlos Joaquín, dejaron al PRI cientos de militantes –las cifras fueron contradictorias – pero cinco candidatos de la oposición, incluidos Luis Torres Llanes en Chetumal y Cristina Torres, en Playa del Carmen, rompieron con ese partido en este proceso electoral.
Una de las adhesiones más relevantes para Carlos Joaquín, fueron las de militantes de Morena con el exsecretario general del comité estatal, César Calderón, y dos de los tres excandidatos a diputados federales de los comicios de 2005, Salvador Vargas y Norma Solano.
En los comicios de 20015, Morena se consolidó como segunda fuerza en el estado, luego que su presidente nacional, Andrés Manuel López Obrador, ganara en Quintana Roo en las elecciones presidenciales de 2006 y 2012.
Sin embargo, los ánimos de los militantes de Morena se desvanecieron tras la designación de José Luis Pech Várguez como su candidato a gobernador, ya que fue colaborador de los exgobernadores Miguel Borge Martín, Joaquín Hendricks, González Canto y por unos meses de Borge Angulo.
Tras ser acusado de responder a los intereses del actual gobernador, en la última etapa de su campaña, Pech emprendió una estrategia en la que acusó a Góngora de pertenecer a la “mafia” de Borge y González Canto y a Joaquín González de ser parte de la de Carlos Salinas y de Enrique Peña Nieto.
“Guerra sucia” hasta el final
Si las descalificaciones fueron la tónica del proceso electoral, en la etapa final de las campañas se intensificaron las acusaciones y señalamientos de guerra sucia.
La última semana de los 60 días de campaña, inició con la difusión de un video en el que se muestra a Carlos Joaquín afirmando que “decapitará a los traidores”, lo que la prensa afín al gobierno percibió como una amenaza contra la eventual disidencia joaquinista.
En rueda de prensa, el candidato opositor afirmó que esta declaración fue sacada de contexto y que se trató de una advertencia de despido a policías paristas cuando era alcalde de Playa del Carmen, en 2005, y anticipó que esta vez metería a la cárcel a Mauricio Góngora.
“Te aseguro que si soy elegido el 5 de junio habrá suficientes pruebas de todo lo que los corruptos le ha robado a Quintana Roo para que esta vez sí paguen con la cárcel y les ‘cortemos la cabeza’ a todos los que le han robado a Quintana Roo”, advirtió priista.
En el cierre de campaña de Carlos Joaquín, el presidente estatal del PRD, Agustín Basave afirmó que su candidato ya tiene “una guillotina para los corruptos.”
Este viernes, el candidato a regidor del ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún), Gerardo Solís, presentó una denuncia ante la Fepade contra la alianza PAN-PRD por presunta compra de votos.
De acuerdo con el denunciante, un simpatizante de Morena descubrió una casa en la Región 235 con personas que vestían prendas de la alianza PAN-PRD quienes en el sitio pagaban entre mil a mil 500 pesos por credencial de elector.
Además, el diputado local del PRD Luis Ramírez Razo denunció que militantes de su partido descubrieron que en el hotel Real en la zona hotelera, opera un grupo de funcionarios procedentes de Chiapas en favor del candidato del PRI-PVEM a la presidencia municipal, Remberto Estrada.
El grupo estaba encabezado, precisó, por Andrés González López, que forma parte de los consejeros electorales del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) que fueron destituidos por incurrir en omisiones graves y negligencia en su desempeño.
“Se establece una injerencia directa y desvío recursos por parte del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco”, acusó. (Fuente: Proceso)