Quizá uno de las primeras tareas de Javier Zetina González, ‘Javicho’, como titular de la Auditoría Superior del Estado (Aseqroo) debería ser la de investigar el tremendo desastre en el sistema de transporte urbano de Cancún que provocó el Gobierno estatal.
En materia de transporte urbano, se supone que los autobuses están a cargo de la Dirección General de Transporte y Vialidad del Ayuntamiento y los taxistas de la Dirección de Comunicaciones y Transportes del Gobierno del estado.
Pero el ‘detalle’ es que se generó como una especie de híbrido y/o muégano denominado ‘Transporte Turístico Estatal’ (TTE) que es como un título de ‘colectivos’, que debería de ser regulado por la Dirección General de Transporte y Vialidad de la Comuna, pero que se maneja desde el Gobierno del estado.
Dicho sea de paso, el titular de la Dirección General de Transporte y Vialidad es José Luis Castro Garibay, ‘El Cachorro’, de los incondicionales de Roberto Borge en la comuna cancunense.
Además del turbio manejo de concesiones de taxis que son usadas como transporte colectivo, ha habido un terrible daño a la movilidad de la ciudad de Cancún.
Como si se tratara de un municipio conurbado de la Ciudad de México, por donde quiera aparecen estas unidades TTE.
Y adicionalmente, con un cupo fuera del reglamento pues las unidades de transporte están hasta el tope, incluidas personas de pie.
En pocas palabras, toda una maraña de corrupción, desorden y, por si fuera poco, una flagrante violación a la autonomía municipal.
Es algo que debe de estar entre las prioridades del nuevo titular de la Aseqroo.
El detalle es que el ahora titular del Aseqroo propició todo este desorden en materia de transporte en Cancún.
Ni modo que Javier Zetina investigue a ‘Javicho’.