Los perdedores del referéndum del Brexit se han manifestado este sábado en el centro de Londres para tratar de evitar que la salida de Reino Unido de la Unión Europea se haga realidad. Una multitud ha partido pertrechada con pancartas, banderas y globos a media mañana de Park Lane en dirección a Westminster. Los organizadores cifran en 40.000 los participantes que han recorrido el centro de Londres cantando –I love you EU- y coreando consignas a favor de la pertenencia a la UE durante buena parte del día. Mientras, la reina Isabel II inauguraba la nueva legislatura en el Parlamento escocés, donde pidió “calma” ante “la velocidad extraordinaria” de los acontecimientos.
La decisión de los británicos de romper con Bruselas, ha sumido al país en una crisis política y económica. El primer ministro, David Cameron ha dimitido y el partido conservador en el Gobierno, así como la oposición laborista se consumen en luchas intestinas por el liderazgo. A la bronca política, se le añade el desafío territorial que plantean los escoceses, que votaron mayoritariamente a favor de permanecer en la Unión y aspiran a hacer efectiva su voluntad al margen de Londres.
En las calles de Londres, los manifestantes pedían elecciones y un segundo referéndum porque consideran que el primero se celebró basado en mentiras y engaños de los políticos euroescépticos. Diez días después del referéndum que cambió el curso de la historia de Reino Unido y de toda Europa, muchos están instalados todavía en la fase de negación de una realidad que les espanta. “No es demasiado tarde. Aún no han apretado el botón del artículo 50 [el que inicia el mecanismo de salida de la Unión]. No es imposible un segundo referéndum, sostiene Robert En la calle, lee “Brexshit”, un juego de palabras con el que Tubb quiere dejar clara su opinión de que la idea de salir de la UE es una “mierda”.
“En este momento puede pasar cualquier cosa. Los políticos nos han metido en este fiasco por su propio interés y ahora se largan”, dice Gen Williams, una joven con chupa de cuero y cremalleras amarilla, de 33 años, que trabaja en la industria musical. “No sé qué vamos a hacer. Nuestras bandas hacen giras de cinco días por Europa, si a partir de ahora necesitamos visado va a ser muy difícil”.
Bastaba leer las pancartas de la marcha, para entender lo que pasaba por la cabeza de esta otra mitad del país, los que han perdido el referéndum. “Mis cuatro abuelos lucharon en la Segunda Guerra Mundial. Tres de mis tíos abuelos fueron trasladados a campos de concentración. Por eso he votado quedarme”, rezaba uno de los carteles. “No al Brexit sin elecciones generales”, se leía en otro. “Quiero que mi continente sea parte de este país”, decía un tercero. Y el ya clásico “I will always love EU”, haciendo un juego de palabras con la canción de Whitney Houston. (Fuente: El País)