En las sedes estatal y municipales del PRI están llamando a gritos a Raymundo King y a Roberto Borge.

Y es que con eso de que “la victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana”, los trabajadores al servicio del PRI quedaron en el desamparo, luego de que este partido perdió las elecciones de gobernador.

El problema principal es que las dirigencias priistas adeudan tres quincenas a sus empleados.

Pero eso no es todo, quienes deseen seguir prestando sus servicios al PRI podrán hacerlo, pero con la mitad del salario que venían devengando.

Lo peor es que nadie da la cara para cubrir los adeudos salariares.

Por lo pronto, Raymundo King sigue en su luchita de ser presidente de la Gran Comisión del Congreso del estado y Roberto Borge en irse, gracias al ‘paquete de impunidad’, con sus millones a otra parte.

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