Las finales se deciden por detalles porque la tensión iguala a los contendientes. Y en esta ocasión ha habido uno decisivo aunque no en el resultado. Portugal ha ganado su primera Eurocopa sin Cristiano en el campo. En el minuto 27, Cristiano Ronaldo salía entre lágrimas tras una fea entrada del extremo francés Payet. Portugal rezó durante 7 minutos desde el rodillazo del francés hasta que Cristiano salió del campo.
En esos 420 segundos Cristiano hizo gestos para apoyar su rodilla, intentó arrancar e incluso se llegó a salir del campo desconsalado. Era su final, su deuda con su país y el elemento diferenciador con Messi, pero en Saint Denis no iba a ser, ni a sus 32 años, él que ya perdió otra final contra Grecia. [Datos y estadísticas del Portugal 1 – Francia 0]
Aún así era la noche de los portugueses que aguantaron el poderío de Francia, sin Cristiano, pero encontraron el gol en su tercera prórroga del campeonato. Eder, el último cambio de Santos, rompió el balón desde fuera del área para que el balón entrase junto al palo de Lloris. En una noche de porteros y postes, esa balón valía una Eurocopa. La primera final que pierde Francia en casa, donde han ganado dos campeonatos europeos y un mundial.
Hasta ese momento y después de ese trance, Francia fue superior, jugaba y desbordaba en un alarde de potencia sin freno. Evra, Payet, Pogba, Sissoko son muchos kilowatios en funcionamiento. Aunque el jugador del Newcastle, hoy en día en la segunda división inglesa con Rafa Benítez, también ha puesto todo el fútbol de la final durante los primeros 45 minutos. Ha desbordado con impetú y ha disparado con peligro.
Los porteros, los héroes de la noche
Antes Griezmannn hizo el remate del partido y Rui Patricio, la parada. Un balón colgado al área de Payet era colocado con la cabeza en carrera por el 7 francés muy cerca de la escuadra. Hasta allí se estiró el portero portugués, que respondió a todas las exigencias de los franceses. Si el máximo goleador del torneo fue letal contra Alemania aquí le faltó ese punto de fortuna, porque el remate era más de gol que en la semifinal.
Los protagonistas volvieron a enfrentarse en el minuto 65. En esta ocasión el ‘Principito’ peinó en escorzo el balón muy cerca de la portería, pero no acertó a hacer bajar el balón y se le fue la segunda ocasión más clara del partido. Hasta hoy, el delantero atlético había sido el auténtico killer de la Eurocopa.
No sabemos que había pasado en los vestuarios, pero el partido no creció, más bien pareció acomodar a ambos equipos. Francia llegaba porque tiene mucho pero no era el rodillo de la primera mitad. Portugal tocaba con miedo a perder más que con la intención de crear.
Coman, sustituto de Payet, reactivó a Francia
Pogba no aparecía salvo con algún amago que da cuenta de su calidad. Griezmann se desmarcaba alguna vez del marcaje pero no remataba con tanto peligro. La final se dormía, y Deschamps movió banquillo. Sentó a Payet, tan prometedor en la fase de grupos, por Coman. Y Francia se reactivó, el joven delantero movió el ataque y creo peligro, solo o en asociación con el 7.
Tanto es así, que en el minuto 70, volvió a pasearse un balón de gol por el área portuguesa. Tres minutos después, otro, Pero Giraud tampoco está para marcar, a pesar de la fe ciega que ha demostrado su técnico para alinearle.
Fernando Santos tampoco ha hecho muchas concesiones. Sacó a Pepe tras la lesión y sentó a Alves. Luego, el partido le obligó a dejar entrar en el campo antes de los habitual a Quaresma para sustituir a Cristiano. Le dio la razón, Quaresma está para ser revulsivo no para llevar el peso del equipo.
Lloris también hizo sus milagros
En el 78, el técnico luso ya había movido todo el banquillo. Sentó al exhausto Adrien Silva y al sacrificado Renato Sanches. En su lugar, Moutinho y Eder.
Tras el último movimiento, Portugal enlazó sus dos mejores ocasiones. Por fin, se exigió a Lloris, que sacó un centro chut cerca del larguero y del rechace tuvo que hacer otra parada para responder a un remate acrobático de Quaresma.
Saint Denis se animaba, rugía, quería su tercer Eurocopa, tras tres finales jugadas en casa. Y Sissoko se convención de que era su noche y volvió a tentar a Rui Patricio. Gran disparo desde fuera del área y gran respuesta de Rui Patricio que, aunque hubiera jugado Cristiano, ya se había ganado por mérito el de héroe portugués.
Tercera prórroga de Portugal, en cuatro partidos
Ya en el descuento se demostró que a parte de Rui Patricio en la portería portuguesa había algo más. Los palos escupían los balones. Gignac, que había sustituido a Giraud, hizo una gran maniobra en las esquina del área pequeña para sentar a Pepe y rematar casi mordido al poste. El balón salió despedido en dirección contraria y el partido enfiló otra prórroga.
Portugal se ha especializado en esta Eurocopa en los descuentos, en ganar al límite. Pasó como tercero la fase de grupos, tras tres empates; ganó a Croacia en el 117, a Polonia en los penaltis y a Francia.
Y casi tiene premio. En el minuto 103, Lloris tuvo que aparecer de nuevo para hacer alarde de reflejos ante un remate de cabeza picado. Era la noche de los porteros.
Y de los palos, en el 108.
La final llega a ambos en el mejor momento, porque los dos alcanzan el último partido respaldados por dos convincentes semifinales. Portugal recuperó a Cristiano Ronaldo en el mejor momento. A falta de juego y goles, del delantero madridista se destacaba su condición de líder del grupo, la personalidad que había imprimido al brazalete que porta, pero contra Gales regresó el Ronaldo decisivo, con un magnífico gol de cabeza y una asistencia a Nani en el segundo gol. La mejor noticia, porque vuelve a intimidar.
Y el capitán luso sabe que está ante su gran ocasión, la oportunidad de completar su palmarés con un título con su selección, que acarree además el Balón de Oro, meses después de que Leo Messi se haya despedido de la Albiceleste sin lograr la Copa América.
Fernando Santos recupera en el centro del campo a Williams Carvalho, ausente de la semifinal por lesión, y, casi seguro, a Pepe, que regresó a los entrenamientos con el resto este sábado, tras no poder participar contra Gales por lesión. Ésa es la gran noticia para el técnico portugués, porque el madridista se ha convertido en un jugador indispensable, tanto por el carácter que aporta al equipo como por su estado de forma. Fue el mejor de su equipo en el partido de cuartos frente a Polonia.
Griezmann quiere la Eurocopa y el Balón de Oro
Francia jugó contra Alemania el que, quizá, haya sido el mejor encuentro del torneo. Supo sobrevivir cuando los campeones del mundo impusieron su ritmo y, favorecido por el inocente penalti de Bastian Schweinsteiger, aprovechó el gran momento de forma de Griezmann para sellar su presencia en su tercera final.
El técnico Didier Deschamps parece haber encontrado el sistema y la alineación ideal. Junto al buen momento de forma de Hugo Lloris en la meta, la entrada en el centro de la zaga del nuevo fichaje barcelonista Samuel Umtiti, como compañero de Laurent Koscielny, le ha dado consistencia a su defensa.
También puede continuar confiando en el centro del campo en Moussa Sissoko, que parece haberle ganado terreno a N’Golo Kante. Pero sobre todo tiene a Griezmann que por el momento es el hombre del torneo. No sólo es el máximo goleador (6 tantos), sino que con su aportación a la hora de crear espacios, su apoyo al centro del campo y su juego de contragolpe se ha convertido en el referente francés.
Primera para Portugal, tercera para Francia
Para Portugal, la final es su gran oportunidad histórica de dar el paso que siempre le ha faltado. No lo logró con el magnífico equipo que lideró Eusebio, tercero en el Mundial de Inglaterra 66, ni con la generación de oro de Luis Figo y Rui Costa, que con un jovencísimo Ronaldo fue subcampeona en 2004, cuando lo tenía a mano como anfitriona y frente a Grecia.
En Francia, ha encontrado su gran oportunidad cuando menos lo esperaba, porque ni el juego del equipo, ni el momento de Ronaldo aventuraban el éxito al comienzo del torneo. Pero ha sobrevivido, se ha hecho fuerte frente a las críticas y ahora llega con el viento de cara.
Francia también es una superviviente. De sus propios líos -con el positivo de Sakho y el escándalo sexual que dejó fuera a Valbuena y Benzema-, de las lesiones -Varane, Mathieu- y de un comienzo poco ilusionante, en el que se puso en cuestión la aportación de Pogba y Griezmann.
La selección francesa se juega, además, más que un título. No sólo aspira a conquistar una tercera Eurocopa, que le pondría al nivel de Alemania y España, sino también a certificar un cambio de ciclo, mientras las otras selecciones que han dominado el fútbol mundial y europeo buscan la forma de recomponer la figura. (Fuente: RTVE)