La ola en contra de la corrección política que ha activado con su retórica incendiaria el candidato presidencial republicano Donald Trump parece estar rompiendo barreras que hasta hace poco se consideraban impensables de traspasar para una persona con aspiraciones políticas.

El mejor ejemplo de este fenómeno es la postulación al Senado del exlíder del Ku Klux Klan David Duke, anunciada este viernes a través de un video en su cuenta de YouTube.

En el video, Duke afirmó que debe haber “derechos igualitarios y respeto para todos los estadounidenses”.

“Sin embargo”, agregó, “lo que me hace diferente es que también pido respeto por los derechos y la herencia de los estadounidenses de origen europeo”.

De ganar la contienda electoral, Duke dice que luchará para “detener la inmigración masiva y la purificación étnica en contra de las personas descendientes de aquellos que crearon a EEUU”, según dijo en el anuncio.

El exlíder del Kux Klux Klan, quien fue candidato en las primarias demócratas de 1988 y en las republicanas de 1992, también aprovechó la ocasión para decir que le alegra ver como Trump y “la mayoría de los estadounidenses” han acogido las ideas por las cuales él dice haber luchado a lo largo de su carrera política.

Según Carlos Chirinos, editor político de Univision Noticias, la gran acogida que ha tenido la retórica de Trump indica, hasta cierto punto, que esa armonía surgida de la tendencia a lo ‘politicamente correcto’, “está más condicionada por las leyes y el temor a represalias, que por la cultura”.

Permisividad peligrosa

“Por eso la insurgencia de liderazgos como el de Trump al frente de uno de los grandes partidos del país introduce una permisividad que puede tener consecuencias nefastas en la convivencia social”, agrega Chirinos.

El puesto que Duke busca conseguir es actualmente ocupado por el senador republicano David Vitter, quien anunció el año pasado que no esta interesado en la reelección.

El nacionalista blanco tendrá que enfrentarse a otros 12 aspirantes, incluyendo a representantes a la Cámara como John Fleming y Charles Boustany.

Además de haber servido en el Congreso del estado de Louisiana por un solo periodo, Duke es también un exconvicto. En 2002 pasó un año en la cárcel luego de admitir ser culpable de estafa y evasión de impuestos.

Sin embargo, al término de su sentencia el exrepresentante negó haber violado la ley.

La candidatura de Duke llega en un momento de intensa tensión racial en Louisiana a consecuencia de los eventos de violencia ocurridos en Baton Rouge en las últimas semanas.

El Comité Nacional Senatorial Republicano (NRSC, por sus siglas en inglés) dijo este viernes que “bajo ninguna circunstancia” apoyará su candidatura.

“Los votantes de Louisiana podrán elegir entre varios candidatos republicanos al Senado que tendrán gran impacto en el estado y en el futuro del país. David Duke no es uno de ellos”, dijo el director ejecutivo Ward Baker del NRSC en un comunicado. (Fuente: Univisión)

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