A más de uno provocó preocupación el equipo de transición del Gobernador electo, Carlos Joaquín, que para muchos es una especie de preselección del gabinete.
Y es que dentro de este equipo de colaboradores del Gobernador electo se encuentran políticos a los que la dupla Félix González-Roberto Borge les hizo la vida más que imposible.
Destaca, sin duda, el caso de Julián Ricalde, contra quien Borge se aplicó de manera esmerada y ruin.
En el proceso interno perredista de 2014 ‘convenció’ a medio PRD y a otro ‘poquito’ a fin de evitar que el ex Edil fuera presidente estatal de ese partido, y en los comicios de 2016, el aún Gobernador metió como candidato del PES a Gregorio ‘Greg’ Sánchez y apuntaló a José Luis Pech Várguez para restarle votos a la oposición.
Borge también abrió procesos en la Aseqroo y en la Contraloría municipal contra colaboradores cercanos de Julián Ricalde, sin omitir las viles campañas de desprestigio contra el ex Alcalde en medios afines al Gobernador y al PRI, incluyendo pasquines anónimos.
Sin embargo, ahora lo papeles cambian y Ricalde se perfila para un cargo de alto nivel en el gobierno de la alternancia.
Esta situación ha puesto muy nerviosos a los que fungieron como testaferros y secuaces de Borge, y al mismo Gobernador saliente.
Como dirían los clásicos, la política es también como la rueda de la fortuna o lo montaña rusa.