CANCÚN, MX.- La supuesta retención de una turista estadounidense en el Hospital Amerimed, a cambio de que salde una cuenta de más de 40 mil dólares, ha causado la reacción de la prensa de aquel país y el repudio general por esa ciudadanía, lo que da una pésima imagen del destino.

Dixie Stinson arribó a Cancún con su familia para acudir a la boda de su nieta, cuando, el pasado martes, se desplomó, al parecer con problemas cardiacos. Su hotel la trasladó al Amerimed, donde le detectaron una arteria coronaria obstruida. Según su esposo, Mo Stinson, le exigieron el pago de 25 mil dólares por adelantado para proceder.

Para su horror, descubrió que su seguro no tiene validez de este lado de la frontera, por lo que contactó a su hermana para que le girara el dinero. “Ahí estaba el doctor sentado en el lobby, esperando a que la transacción procediera para intervenir a mi mujer, con riesgo de muerte”, relató en entrevista a Quequi.

Posteriormente, los especialistas detectaron una segunda arteria obstruida, por lo que le pidieron otros 30 mil dólares, también por adelantado, para nuevamente someterla a cirugía, lo que fue cubierto por el yerno. A estas alturas, la familia ya había agotado sus recursos y tarjetas de créditos, y descubrieron que todavía debían cerca de 40 mil dólares por la hospitalización y otros cargos.

“Mi hija y hermana estaban en la clínica y el personal se puso amenazante, se sintieron retenidas, pues aunque físicamente no las detuvieron, no querían dejarlas ir sin que se pagara esta diferencia”, comentó Mo.

Su esposa actualmente sigue sin el alta y está el miedo de que no se la otorguen mientras no se salde esta cuenta, que crece a diario. El caso ya fue denunciado por el periódico estadounidense Lafayette Journal & Courier, en el que se narra cómo es práctica común que las clínicas mexicanas mantengan “secuestrados” a sus connacionales.

A este medio, Mary Richardson, hija de Dixie Stinson, narró que el hospital se niega a liberar a su madre y que inclusive los administradores amenazaron con encarcelar a Mo. “Simplemente no sé qué hacer”, expresó.

La amenaza es real. La familia fue testigo cómo Amerimed contactó a la policía, que se llevó a un pariente de una persona tratada por cáncer de mama, por no tener dinero para la cuenta.

“Literalmente la arrastraron para llevarla a la cárcel. Ahora, también les están restringiendo las visitas a mis familiares; prácticamente la tiene como rehén”, señaló Mary.
Contactado, el departamento de Relaciones Públicas de Amerimed negó que se les haya condicionado sus servicios a cambio de un pago adelantado y, aunque se negaron a discutir el caso, señalaron que la paciente no cuenta con el alta. La representante también se mostró contrariada de que la noticia, además de difundirse en Estados Unidos, también se supiese en Q. Roo.

También negaron tener contacto con los familiares, a los que trataban de localizar en vano. Sin embargo, este medio pudo comprobar que ellos se encontraban en la clínica en ese momento.

Mo Stinson indicó que posterior a que este medio contactara a Amerimed, recibió una llamada de la clínica, en la que lo amagaron con transferir a su esposa a otro hospital, lo que parecía ser una represalia.

Brittany Daugherty, nieta de Dixie, inició una campaña para solicitar ayuda por medio de las redes sociales para recaudar fondos y así poder sacar a su abuela de Cancún. En la página https://www.gofundme.com/2hpptdw expresa cómo, pese a haber pagado 60 mil dólares, los presionan para que consigan más dinero; mientras tanto, los médicos no la dan de alta y la cuenta sigue aumentando.

Cerca de 200 personas habían donado a esta página, logrando un tercio de la meta en apenas un día.

En tanto, ayer por la tarde se celebró el enlace matrimonial que motivó la visita de los Stinson a este destino. Después de celebrada la boda, la nieta acudió al Amerimed, vestida de novia, para encontrarse con su abuela. (Fuente: Quequi con información de Emma Ea Ambrose de LaFayette Journal & Courier)

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