El Senado de Brasil ha dado luz verde definitiva al juicio a la presidenta suspendida Dilma Rousseff, que deberá celebrarse a finales de este mes.
La decisión deja a un paso de la destitución a Rousseff, quien fue suspendida de sus funciones el pasado 12 de mayo, tras ser acusada de cometer un crimen de responsabilidad fiscal.
Tras una maratoniana sesión plenaria, 59 senadores votaron a favor y 21 en contra de iniciar el juicio que se llevará a cabo en la Cámara alta presidida por el presidente del Tribunal Supremo y que deberá condenar o absolver a Rousseff.
La mandataria fue acusada de haber autorizado fondos de bancos públicos para tapar agujeros del Estado sin haber recibido la autorización del Congreso.
Los votos a favor del juicio político superaron con creces la mayoría simple que se requería, lo que refuerza la tesis de que en el juicio final se obtendrán los 54 votos necesarios para destituir definitivamente a la presidenta Rousseff.
Michel Temer ocupa desde el 12 de mayo la presidencia de forma interina y en caso de confirmarse la destitución de Rousseff pasaría a tomar las riendas del país a todos los efectos hasta finales de 2018.
Si no se logran esos 54 votos, Rousseff recupera sus funciones y acabará su mandato.
¿Cómo empezó todo esto?
La moción para destituir a Rousseff se inició en diciembre. El entonces presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha —un abierto crítico de Rousseff— acusó a la mandataria de violar las leyes presupuestarias con préstamos de bancos estatales para cubrir el déficit en el país y pagar los programas sociales en el periodo previo a su reelección en 2014.
Las acusaciones de corrupción han estado merodeando su administración desde 2011. Una investigación sobre un esquema de sobornos de millones de dólares a la petrolera estatal Petrobras envuelve a docenas de empresarios y líderes políticos del país, aunque Rousseff no fue acusada directamente.
La mandataria dirigió Petrobras durante muchos de los años que tuvo lugar la supuesta corrupción.
En mayo, el Senado aprobó apartar a la mandataria del cargo y proceder al juicio político.
Se prevé que la votación final en el Senado no ocurra hasta que finalicen los Juegos Olímpicos de Río, cuya ceremonia de clausura se llevará a cabo el 21 de agosto. (Fuente: Agencias)