CIUDAD DE MÉXICO.– En el “castigo” electoral que recibió en siete de las 12 entidades disputadas este año, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) considera haber perdido los votos incluso de su militancia.

En Quintana Roo, por ejemplo, no pudo retener ni el Municipio de Solidaridad, de cuya Alcaldía emergió su candidato a Gobernador, Mauricio Góngora Escalante, quien también perdió ante el ex priista Carlos Joaquín González, postulado por una alianza entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD).

Lo mismo ocurrió en el Municipio de Juárez, Chihuahua, donde el tricolor perdió la Alcaldía que había dejado su candidato a Gobernador, Enrique Serrano Escobar, a su vez perdedor ante el panista Javier Corral Jurado.

“En todos los sectores sociales, el priismo tradicional nos dio la espalda”, dice Joaquín Hendricks Díaz, Secretario Técnico del Consejo Político Nacional del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.

Además de la corrupción atribuida a diferentes administraciones priistas, explica el aún integrante de la dirigencia nacional, el incumplimiento en los estados a las “formas” en la selección de candidatos motivó el “desastroso” resultado en el que perdieron incluso cuatro entidades ­–Durango, Tamaulipas, Veracruz y Quintana Roo– que no habían perdido en toda su historia.

De nuevo, explica quien fuera ex Gobernador de Quintana Roo entre 1999 y 2005, un ejemplo es su propio estado, donde el ex priista Carlos Joaquín González rompió con el tricolor en febrero de este año y, postulado por una alianza entre el Partido Acción Nacional y el de la Revolución Democrática, ganó con lo que consideran fue el voto de miles de priistas inconformes.

“Que esta circunstancia haya sido dada en función de que el compañero que buscó el cobijo de una coalición como la que mencioné, PAN-PRD, siga teniendo afectos, simpatías, dentro del partido más importante de México, y en este caso de Quintana Roo, eso definitivamente le ayudó a obtener el éxito”, dice Hendricks.

“Me atrevo a afirmar que la mayoría de los votantes en el caso específico de Quintana Roo fueron priistas inconformes que siguieron al inconforme que se fue por la otra candidatura”, agrega.

Nombrado Secretario Técnico del Consejo Político Nacional del PRI por el anterior presidente del Comité Ejecutivo Nacional, Manlio Fabio Beltrones Rivera, Hendricks dice que el nombramiento de Enrique Ochoa Reza al frente del partido sorprendió en un principio, pero que ya fue “asimilado”.

Ahora, dice el ex mandatario, se espera que el recorrido de cien días que el nuevo dirigente realiza por todo el país, así como su contacto con las voces más críticas de la militancia, consigan la unidad que exigen las elecciones de 2017 en los Estados de México, Nayarit, Coahuila, así como la intermedia en Veracruz.

“Si bien es cierto que las elecciones de 2016 fueron un fracaso para el PRI, hay que reconocerlo, podemos tener una recuperación en las elecciones del 2017, y si hubiera esa recuperación estaríamos en condiciones de ser competitivos al grado de poder retener la Presidencia de la República”, dice.

“Si llegamos a fracasar en 2017, pues el panorama sería muy complicado”, agrega.

–¿En Quintana Roo hubo un castigo a Borge?, se le preguntó.

–Obviamente hubo un voto de castigo a la administración actual, respondió Hendricks.

(Entrevista completa en Sin Embargo)

joaquín Hendricks y Roberto Borge.
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