Parecería que, tal como llegó, Emiliano Ramos decidió salir por la puerta de atrás de su segunda gestión como presidente estatal del PRD.
Como se sabe, Emiliano alcanzó por segunda ocasión la presidencia del PRD a partir de una serie de acuerdos –casi todos inconfesables- de lideresas y líderes ‘morales’ y jefes de ‘corrientes’ con el gobernador Roberto Borge Angulo.
Sin decir agua va, Emiliano decidió que el PRD se desistiera de la impugnación del PRD contra el PVEM y Remberto Estrada con relación a la elección de ayuntamiento de Benito Juárez.
Emiliano pasó por encima del propio candidato perredista, Julián Ricalde, lo que provocó no solo el reclamo del isleño, sino que otras figuras perredistas como Gerardo Mora y Carlos Montalbán cuestionaran el proceder del Presidente estatal del PRD. El argumento oficial es un acuerdo de gobernabilidad entre el PRD y PVEM, pues los ‘Verdes’ también retirarían la impugnación contra el gobernador electo, Carlos Joaquín.
Emiliano tendrá sus motivos, personales, de grupos y/o estratégicos, pero actúa con excesiva frivolidad al ser demasiado condescendiente con el PVEM.
‘Remby’ y el PVEM ganaron –como diría el fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas- mediante un ‘fraude descomunal’ a partir de miles de despensas que han sido repartidas en Cancún desde 2011, y que han convertido al ‘Verde’ en todo un fenómeno electoral, que incluso ha llamado la atención de medios de la capital del País.
Las despensas han sido la principal arma electoral del PVEM, que han llevado a Jorge Emilio González Martínez, ‘El Niño Verde’, a ser senador en 2012 y a ‘Remby’ a ser diputado local, diputado federal y alcalde electo en 2013, 2015 y 2016, respectivamente.
En pocas palabras, el PVEM y ‘El Niño Verde’ han comprado poco a poco Benito Juarez, a partir de despensas, y con la complacencia del viejo y nuevo Ieqroo y del IFE y/o INE.
Pero para el PRD de Emiliano Ramos, la escalada del PVEM a partir de despensas es poco relevante. Asume supuestos acuerdos de gobernabilidad, por encima del grotesco y purulento desempeño electoral del PVEM y es escalofriante el panorama para Cancún con el gobierno ‘verde’.
En los pasados comicios, Benito Juárez se convirtió en bastión indiscutible del PVEM y del PRI, luego que fue en Cancún donde la oposición empezó a tomar fuerza en Quintana Roo, por ahí de 1996, cuando el PAN ganó su primer distrito de mayoría.
Los ‘depensazos’ del ‘Verde’ también afectaron a Carlos Joaquín. El hoy Gobernador electo perdió en Benito Juárez por alrededor de seis puntos porcentuales y no ganó ningún distrito electoral, lo que se refleja en un Congreso donde Carlos no tiene, de entrada, ni la mayoría simple.
Sin duda, Benito Juárez es la plataforma para que el PVEM llegue a la gubernatura, tras el mandato de Carlos Joaquín.
Por lo pronto, a Cancún le esperan dos años muy complicados con ‘Remby’ como Alcalde, y pesar del panorama tan pesimista que aguarda a los cancunenses, el PVEM cuenta con el aval de última hora del perredismo de Emiliano Ramos.