Las prácticas débiles de la gestión y la administración que mostró el gobierno de Veracruz para el cierre del 2015, que restan credibilidad y generan dudas hacia el desempeño financiero de la entidad en un contexto de alta incertidumbre, fueron factores clave para que Fitch Ratings bajara su calificación crediticia al estado.
Ésta pasó de “BBB(mex)” a “BB+(mex)”, además de colocarla en observación Negativa. A su vez, ajustó las calificaciones de los financiamientos bancarios y emisiones bursátiles que integran la deuda directa del estado, de acuerdo con un informe enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
En términos de transparencia en la información presupuestal, acorde con el Índice de Información Presupuestal Estatal realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Veracruz está por debajo de la media nacional.
Uno de los argumentos de Fitch para colocar la calidad crediticia en dicha observación se enfoca en la inconsistencia y falta de credibilidad en la información financiera, aun cuando es auditada por un despecho interno; esto añade incertidumbre al desempeño financiero debilitado significativamente al cierre del año pasado.
Aumento significativo
Asimismo, la calificadora agrega que la nota Negativa también deriva del incremento repentino del pasivo circulante de más de 3.6 veces respecto del cierre del 2014, cerrando al segundo trimestre de este año en 17,542 millones de pesos.
Lo anterior provocó que el pasado 12 de agosto informara la activación de un evento preventivo al incumplirse uno de los compromisos financieros estipulados en los contratos de los certificados bursátiles fiduciarios (Cebur).
Para la primera mitad del 2016 los compromisos financieros de Veracruz (excluyendo la parte municipal) ascendieron a 40,847.1 millones de pesos, compuestos por 29,272.6 millones de pesos en 16 créditos bancarios y 11,574.4 millones en cinco emisiones bursátiles.
De no desactivarse el evento preventivo vigente, podría derivar en un incremento de sobretasa de los créditos bancarios de 100 puntos base; además los créditos podrían acelerar su compromiso de pago, a pesar de contar con una estructura de deuda que otorga predictibilidad y certidumbre en su pago al estar respaldados por fideicomisos de administración y fuente de pago (cuyo activo son las participaciones federales) y contar con mejoras financieras (fondo de reserva y con instrumentos de cobertura de tasa de interés).
En términos de la flexibilidad financiera, Fitch destacó que en el 2015 la entidad tuvo un deterioro significativo en relación con los últimos cuatro ejercicios, mientras el margen operativo se tornó negativo. Esta dinámica deficitaria fue consecuencia del crecimiento nulo de los ingresos fiscales ordinarios, un aumento nominal de la recaudación durante el periodo de análisis 2011-2015 y un descenso de 0.9% en las participaciones federales estatales.
Debilidad
Durante el 2015 la inversión total (con recursos estatales y federales) cayó 28.9% a tasa anual y la estatal representó 69.7%, monto por debajo del ejercido en el 2014; lo anterior Fitch lo considera como un factor importante para debilitar la calificación del estado, ya que el incremento del endeudamiento no se ha reflejado directamente en mayores montos de inversión.
Otro de los factores que inciden en la baja de la calificación es el comportamiento de la recaudación de las aportaciones a través del Instituto de Pensiones del Estado de Veracruz; a pesar de que en el 2015 éstas presentaron un crecimiento de 20% respecto del 2014, los analistas de Fitch aseveran que la recaudación vaya disminuyendo en el mediano plazo como consecuencia de la reforma integral a la ley 287. (Fuente: El Economista)