CIUDAD DE MÉXICO.- La reunión entre el presidente Enrique Peña Nieto y el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, resultó en un encuentro de coincidencias y suavidad de declaraciones.

Primero en hacer uso de la palabra, Peña Nieto fue persistente en declarar su respeto a la elección presidencial para luego delinear los tópicos del encuentro:

Replanteamiento del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), seguridad fronteriza y cooperación en seguridad. Y respecto de los insultos del republicano, la posición fue clara: para Peña son “malentendidos”, por lo que era necesario conocerse.

Si bien no se dispensó el protocolo que suele desplegarse a jefes de Estado, pues la recepción no fue pública ni hubo pompas militares de salutación, lo cierto es que el político-empresario estadunidense arribó a lo grande.

En el salón Adolfo López Mateos, de la residencia oficial de Los Pinos, se colocaron dos podios. Al mismo nivel, ambos relucían con su respectivo relieve frontal, dorado, el Escudo Nacional.

La Bandera de México detrás del mandatario mexicano, que fue insistente en su interés por la cooperación binacional.

Trump coincidió más o menos en la agenda delineada momentos antes por Peña Nieto y sostuvo que es necesario construir un muro en la frontera.

No obstante, el estadunidense dijo que no hablaron de quién debe pagar ese proyecto limítrofe.

Durante sus respectivas intervenciones, Peña Nieto y Trump coincidieron en frenar la migración ilegal y, en el caso del mexicano, prácticamente abordó el asunto a propósito de la migración centro y sudamericana, pues sostuvo que hace diez años que frenó la de mexicanos, mientras que la del sur ha llegado a provocar crisis humanitarias.

Al finalizar el cónclave, reporteros estadunidenses y mexicanos intentaron obtener una declaración de los protagonistas del encuentro.

Fue cuando Peña Nieto reiteró que las declaraciones de Trump son “malentendidos” que han ofendido a los mexicanos, aunque pese a ello reiteró su disposición al diálogo.

Peña Nieto estuvo acompañado por la canciller Claudia Ruiz Massieu y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

Previo a ello, Trump llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y se trasladó a Los Pinos en helicóptero. El encuentro duró poco más de media hora para terminar con un mensaje a medios.

Durante su periplo mexicano, Trump estuvo acompañado por el antiinmigrante senador por Alabama, Jeff Sessions, y por el exalcalde neoyorquino Rudolph Giuliani. (Fuente: Proceso)

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