La pérdida de la Gran Comisión no sólo significó un duro revés a corto plazo para el PRI, a efecto de sostener el paquete de impunidad de Roberto Borge, sino que además, a largo plazo, implica la pérdida de una importante fuente de financiamiento para este partido, ahora que dejó de ser gobierno.
Y es que no hay que pasar por alto que, tras la derrota del PRI, Félix González se aprestaba a asumir el control de ese partido, con Mauricio Góngora, como presidente del comité estatal y con Raymundo King, como coordinador de los diputados priistas y presidente de la Gran Comisión del Congreso del estado.
La derrota del PRI en las elecciones a gobernador se reflejó de inmediato en las finanzas del PRI. La evidencia contundente de la súbita crisis del ‘tricolor’ es que dejó de pagar los salarios de sus trabajadores
En medio de la aprobación del escandaloso ‘paquete de impunidad’, el Congreso del estado se aprobó un incremento presupuestal para pasar de 451 millones, en 2016, a 735 millones de pesos, en 2017.
El ascenso de Raymundo King como presidente de la Gran Comisión era clave para la sobrevivencia del PRI como oposición. Pero ya no será.
Y es que es evidente que el ahora ayuntamiento ‘verde’ de Benito Juárez (Cancún), con Remberto Estrada, no podrá con toda la carga del PVEM y el PRI.