No todo es miel sobre hojuelas en el PAN y PRD.

Los líderes de esos partidos aún están jubilosos por el knockout aplicado al ‘felixismo-betismo’ en el Congreso del estado.

Pero tanto en el PAN como en el PRD hay asuntos internos por resolver.

Eduardo Martínez y Emiliano Ramos, que venían siendo los presidentes estatales del PAN y PRD, respectivamente, ahora no sólo son diputados sino que además forman parte de la Gran Comisión.

Su salida era más que obligatoria. Por lo pronto, Martínez ya renunció y Ramos aún está en veremos.  

Pero tampoco la solución de los interinatos parece ser la más adecuada.

Militantes de ambos partidos piden elecciones para definir a sus nuevos dirigentes.

Y aquí Carlos Joaquín tiene que tejer fino.

Le guste o no, le cuadre o no le cuadre, es el primer interesado en la estabilidad del PAN y PRD.

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