Que Paul Carrillo le dio el síndrome de Ebenezer Scrooge, en pleno septiembre.
Y es que a unos días de terminar su gestión, ha ordenado no dar descuentos o algún tipo de apoyo a los ciudadanos, que ahora son ‘bateados’ del Palacio Municipal.
Ni descuentos en multas de Tránsito ni para permisos de cierre de calles para fiestas; tampoco hay apoyos para recetas y, el colmo, ni para servicios funcionarios.
Por si fuera poco, se han generado inexplicables descuentos a trabajadores. A algunos les quitaron hasta dos mil pesos.
Y lo que no queda claro es si esta recaudación va para saldar compromisos con Roberto Borge, que siempre tuvo sometido al alcalde cancunense, o es para la precampaña de Paul Carrillo a la presidencia estatal del PRI.
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