Lo de Roberto Borge es el despropósito.
Bien lo sabía Félix González, al escoger a su sucesor, pues con ‘Beto’ Borge tuvo río revuelto para sus fines.
Y si el despropósito fue la divisa del ‘betismo’, el quinquenio no podía acabar de otra manera.
Y desde Cancún, en donde por cierto se ubica uno de los aeropuertos de mayor conectividad de América Latina, ‘Beto’ Borge confirma y detona un conflicto para heredar a su sucesor.
‘Beto’ Borge ha enviado a las calles a los sindicatos de taxistas –por cierto, todos del PRI- en una ofensiva contra la empresa Uber.
En su gastado estilo, le echa la culpa a Carlos Joaquín de abrirle la puerta a Uber y lanzó –de lo que le queda de su aparato propagandístico-, una ofensiva para dizque cobijar a las familias de los taxistas.
Parecería que quiere seguir demostrando ‘fuerza’.
Y aún quedan 10 días de despropósitos.