EL CASO MAYRA | Por Melvín García Carvajal | Segunda de cuatro partes
Para el matrimonio conformado por Ana Isabel Mejía Rodríguez y Jorge Ayuso Chacón, el mes de noviembre de 1999, nunca se olvidará. Sufrieron la peor tragedia que les puede suceder a unos padres: la desaparición de una hija.
Mayra Beatriz Ayuso Rodríguez, de 16 años de edad y estudiante del tercer semestre en el Conalep, desapareció un viernes 6 de noviembre, después de acudir a una ‘tardeada’. Tenía permiso de regresar hasta las 12 de la noche, pero no llegó. Después de tres días de búsqueda, apareció muerta, el martes 9 de noviembre.
A casi 17 años de este episodio, no hay culpables, pero sí hay una conclusión firme y casi irrefutable: la investigación desde un principio fue manipulada.
La isla de Cozumel fue sacudida por la fatal noticia que rompería con su atmósfera de supuesta tranquilidad, y quién diría que años después sería bautizada como ‘Isla de Paz’.
Desde entonces, entre todos los cozumeleños comparten un mortal pacto de silencio.
Los ciudadanos de esa bella isla del Caribe mexicano ya no se hablarían uno al otro como antes porque a partir de ese crimen se empezó a levantar un cerco de silencio y, lo más lamentable, se perdería la independencia de los medios de comunicación.
Y poco ha cambiado desde entonces. La clase gobernante que en su momento estuvo involucrada en el suceso, todavía sigue presente y vigente en Quintana Roo.
Don Jorge Ayuso logró el apoyo de un abogado para algunas diligencias. Refiere que un día fue a las oficinas el Ministerio Público y lo que más les llamó la atención es que todas las hojas del expediente estaban desordenadas, como si alguien hubiese estado buscando algo. Del expediente fueron sustraídas algunas páginas, principalmente las que contenían declaraciones de algunos jóvenes del colegio donde Mayra estudiaba.
El expediente era todo un desastre. El licenciado Mario Cahum Fernández era quien debía custodiar dicho documento. Nunca fue llamado a rendir cuentas sobre el expediente 1100/99, que ‘desapareció’. Con algunas páginas que sobraron, se le dio forma a uno nuevo, la averiguación previa 438/99.
En esta nueva indagatoria quedaron fuera buena parte de las pruebas testimoniales de las primeras investigaciones. Después de este suceso, llegó a la isla Jorge Picasso Sosa, quien continúo con las investigaciones como comandante de la Policía Judicial (PJ).
Los padres de Mayra pensaban y confiaban que la Policía Judicial estaba investigando. Tras el suceso, no pusieron ninguna denuncia, pues como se trataba del delito de homicidio, se seguía de oficio y, en su momento, creyeron que no era necesario interponer una formal querella.
Desde la impune muerte de su hija, los padres de Mayra han vivido un calvario y han atravesado por situaciones difíciles.
Por supuesto, nunca ha sido fácil resignarse a la muerte de su hija, ocurrida de forma ’sádica’ pese a que se intentó ’simular’ que ‘sólo’ había sido asfixiada. Pero, además, se enfrentaron con los dimes y diretes del caso, con las versiones encontradas que no les permitían paz y sosiego. Incluso, se les pretendió usar, con mentiras, como carne de cañón durante campañas políticas. El colmo.
Hoy, los padres de Mayra viven aparentemente tranquilos. Intentan llevar una vida normal, pero el recuerdo impune de la muerte de su hija es una sombra que los sigue, una herida que no cicatriza, un temblor que los acecha si alguien les trae una nueva noticia del caso.
A continuación, presentamos parte de las entrevistas realizadas para el segundo libro sobre el Caso Mayra, ‘MAYRA. Testimonios’, que saldrá publicado el próximo mes de noviembre, al cumplirse los 17 años de la impune muerte de la joven Mayra.
La entrevista es con los padres de Mayra y se realizó en su propia casa.
Me recibe Don Jorge, quien le avisa a la Señora Ana de mi presencia. Ella estaba frente al ‘porche’ de la casa, sentada en una silla de la sala, guapa, con lentes de armazón color negro. Creo se había arreglado para la ocasión. Mientras Don Jorge, con short, se sienta en el suelo, justo en la puerta principal de su casa. Unos loritos australianos, que no dejaban de cantar dentro de sus jaulas, fueron testigos de la plática.
No sin pesar, recordamos algunos aspectos que rodearon el caso. Hicimos un recorrido por el expediente perdido, de la prueba de ADN al producto que llevaba Mayra en vientre cuando fue asesinada, por el testigo, la carta incriminatoria y también de los desaciertos o líneas de investigación que no se quisieron seguir.
En la conversación también salen a relucir los nombres de Félix González Canto y de Salvador Rocha Vargas, uno de los hombres de mayor confianza, quien fue su jefe de la policía, tanto cuando fue alcalde como cuando fue Gobernador
Melvin García (MG): ¿En la segunda autopsia se hace la prueba de ADN?
Jorge Ayuso Chacón (Don Jorge): “No, no la hacen. Sí platiqué con Humberto Pereira cuando era Procurador. Hubo gente que pidió la prueba, pero no fui yo.
Ana Isabel Mejía Rodríguez (Doña Ana): “Sí se pidió que se haga la prueba. Por eso sacaron el cuerpecito de mi nieto también, pero yo no sé qué hicieron con esa prueba. El Procurador, el día de la exhumación, dice que le van a hacer las pruebas, incluida la del ADN, pero luego sale con que no la hicieron porque investigaban un homicidio, no una paternidad”.
Don Jorge: “Eso está ligado... Sí hay sospechosos, pero con nadie se pudo comparar por la falta de esa prueba”.
La Procuraduría de Justicia del Estado debe llamar a declarar a Jazmín Atarie Chablé, esposa de José Agustín Rangel Interián, acusado de violación y quien se encuentra prófugo de la justicia, ya que debe decir todo lo que sabe acerca del homicidio de mi hija a fin de que se aclare. Ana Isabel Mejía Rodríguez.
MG: ¿Usted le reclamó a (el procurador) Pereira?
Don Jorge: “Evasivas, lo mismo, que investigaban un homicidio no una paternidad”.
Doña Ana: “A Jorge Picasso me gustaría exigirle una explicación, porque para mí, él llego al fondo, no más que…. luego lo movieron, dejó el caso, o le convino, no sé qué razones haya tenido él, o lo amenazaron, no sé. Para mí, él llegó al fondo, a mí eso nadie me lo quita de la cabeza”, dice la mamá.
Don Jorge: “Sí, él sabe”.
Doña Ana: “Cuando sucede un homicidio y es uno pobre, ahorita lo refunden. Eso sí, si hubiese sido un rico, el culpable ya estaría en la cárcel”.
Don Jorge: “La mayoría de nosotros somos pobres, alguien sabía y no le convenía sacarlo a la luz”.
MG: ¿Quién creen que pudo haberla matado?
Doña Ana: “No te puedo decir exactamente, pero tuvo que haber sido alguien de dinero, pero no sé quién, si yo supiera ya se lo hubiese dicho desde el primer momento. Creemos, porque han pasado muchas personas por este caso y no se hace nada, no se resuelve, creemos que tuvo que haber sido alguien que tiene dinero y poder”.
MG: ¿En el 2005 ponen una denuncia?
Don Jorge: “Sí, la ponemos en Cancún”, cuenta la madre de Mayra. Un día estando en Cancún por asuntos personales, un tío de mi hijo me preguntó si yo quería ayuda en el caso de mi hija. La persona que a mí me buscó fue Patricio Díaz, era secretario de Juan Ignacio “El Chacho” García Zalvidea (Chacho). Me dijo: ‘vamos, te llevo y hablas con él, te va apoyar’. Y fui, luego regresé a la casa para platicarlo con mi marido. Yo pensando: ‘me van a apoyar y va a salir la verdad’, más no pensé que fuera yo utilizada para cosas de políticos. Me dijo que necesitaba una copia del expediente, fui al Ministerio Público. Solicité una copia y se las entregué a unos licenciados.
“Yo supe algo, que había dos personas que habían confesado (de ser los autores materiales).
“En Cancún nada más me la mostraron, estaba involucrado Salvador Rocha (en ese entonces director municipal de Seguridad Pública), que él les dio la orden, fue por órdenes de Salvador Rocha.
“Esa hoja es la primera declaración que hubo, no sé de quién haya sido la declaración, pero que fue supuestamente rescatada, porque ya estaba rota”.
La camioneta del Presidente Municipal
“Cuando tuve copia del expediente leí algunas partes que algunos compañeros del colegio de Mayra declararon, que en ocasiones la pasaban a buscar con la camioneta del presidente municipal, la cual, era manejada por su chofer de nombre José Agustín Rangel Interián. Esas declaraciones estaban también en el primer expediente, pero se pierden; sin embargo, en el segundo también hay algunas de esas declaraciones, porque hubo dos expedientes; en el primero está toda la verdad; el segundo está muy manipulado, sí están esas declaraciones, pero no está todo.
“Esa línea nunca se investigó.
“Pero otros amigos se expresaron mal, que esos fueron manipulados para que digan que mi hija era una prostituta, cosas horribles, esos amigos que declararon feo de ella son los que se reunían en casa de Micaela, no del colegio, los del colegio son los que se daban cuenta de la camioneta que la pasaba a buscar, eso decían las declaraciones de algunos compañeros de ella de la escuela, no recuerdo quiénes, pero fueron bastantes de su salón, no sé si interrogaron a sus maestros”.
Doña Ana: “Yo sí creo porque hay nombres, detalles, datos, uno empieza a atar cabos y uno dice ‘es creíble’, claro; y sobre eso nunca se abocaron, aun teniendo nombres, datos y todo, nunca se investigó. Pues que según ellos seguían investigando, pero nunca nos dieron avances ni nada, solo decían estamos en un 80%, a un 70%, nos decían, Picasso y Pereira.
“Sólo viajamos a Cancún esa vez que pusimos la demanda. Lo que pasa es que luego yo resulté demandada también, por eso fue que ya no la continué. Jorge Picasso me acusó de falsificación de documentos por levantarle falsos, por la supuesta declaración. Me llaman a declarar a Cancún, fui, tuve que ir una vez y ya no regresé, no sé qué paso con eso”.
Si la Procuraduría tuviera el interés en resolver el caso ya habría citado a declarar a Jazmín Atarie, para que diga lo que sabe”, dijo. “Es necesario que la gente que sepa algo, lo denuncie, no puede ser que esto continúe… ayer fue mi hija, luego la niña T.S.P.Z. Esos delincuentes no pueden ir de familia en familia perjudicando a las muchachas. Me duele que haya gente que sepa cosas en Cozumel y no hable, se quede callada esperando a que suceda otra desgracia. Mirna Zapata Chi.
MG: ¿Se prestó para fines políticos…?
Don Jorge: Te voy a explicar, ese documento me lo entregó… como te voy a explicar. Ya ves que cuando pasa una cosa así, a veces la gente se quiere aprovechar de uno, y yo bueno: te van ayudar, y ahí está. Fui a eso porque esa persona me prometió ayudarme, y que era de un partido, por eso fue que yo fui a declarar allá. ‘Chacho’ me dijo que me iba a echar la mano. Así fue. Bueno, esa hoja la tenía esa persona, me mostró y estaba rota, la original estaba rota, y le sacó copias, es cuando tuve conocimiento de ese documento. La demanda fue contra quien resulte responsable, no contra Félix. Si alguien sacó la nota y pusieron allá que era Félix (González Canto), eso yo no sé, fue contra quien resulte responsable. Pero nadie le dio seguimiento, estaban esperando que prescriba a los 10 años.
“En seis años, no movieron nada porque el caso ya está cerrado. Eso me lo dijo Bello Melchor (Rodríguez Carrillo). cuando era Procurador.
Doña Ana: Él (Bello Melchor) me dijo que el caso ya está cerrado, que si yo tengo pruebas que se las lleve”.
Don Jorge: Supuestamente, cuando presidía el Consejo Consultivo nos ayudaba, luego resultó ser el Procurador…”
MG: ¿Qué saben de (los entonces comandantes de la PJ) Picasso y Casarrubias?
Don Jorge: “¡Bendito sea Dios!, nada de Casarrubias. Yo sí creo que en la hoja sí hay detalles, da nombres y no investigaron, es que sí hay algo. Se puso una demanda y no se investigó, no se movió nada, a mí nunca me informaron nada. Hubo mucha gente y muchos cambios, cada tres, cuatro meses hacían cambios”.
MG: Después de 17 años, ¿Qué cree que sucedió con su hija?
Doña Ana: “No sé, la verdad, no sé. Esa es la pregunta que yo me hago. Me gustaría saber, a mí me hubiese gustado saber lo que realmente pasó, cómo se manejaron tantas cosas. Se manejó que se sometió a un aborto, que fue el golpe craneoencefálico lo que la mató, y hay más dudas. Supuestamente ella murió por asfixia y estrangulamiento, pero luego aparece otra versión que no, que siempre fue por el golpe en la cabeza, entonces, yo también tengo mis dudas”.
MG: ¿Algo que consideren agregar que crea importante?
Don Jorge: Mirna Zapata un día llegó a mi casa y me dijo que la esposa de José Agustín Rangel, (ex chofer de Félix González Canto), le había confesado que él había tirado el cuerpo de Mayra en el terreno baldío donde fue hallada muerta”.
EN COZUMEL, DOS FAMILIAS CONTINUAN ESPERANDO…
Ana Ayuso Rodríguez y doña Mirna Zapata, han tenido historias muy similares, con los mismos protagonistas, los mismos demonios. Han intercambiado ideas sobre los sucesos que envolvieron a sus hijas, una asesinada y otra violada, ambas menores de edad. En ambos casos el personaje clave que aparece es José Agustín Rangel Interián, ‘El Pelos”’.
Del expediente perdido algunos testigos declararon ante el Ministerio Público que el presidente municipal, que en aquel entonces tenía 31 años de edad, tenía una relación sentimental con la adolescente y, en ocasiones, su chofer, JRangel Interián, la pasaba a recoger a tres cuadras del Colegio, donde la joven Mayra estudiaba. Sin embargo, después de perderse el primer expediente y armarse un segundo, los testigos se retractaron y no regresaron a declarar. Se comenta entre la sociedad que por lo menos dos de ellos habrían recibido autos tipo “Tuning”.
La supuesta investigación, a cargo del entonces Procurador del Estado, Carlos Humberto Pereira, término en un cúmulo de contradicciones.
En Cozumel, un lugar donde la gran mayoría se conoce, se sabe cuándo llega José Agustín Rangel Interián, ‘El Pelos’. Y dicen que llega ‘muy protegido’, para que ninguna autoridad se atreva a detenerlo o interrogarlo.
Ambas madres están plenamente convencidas que ‘El Pelos’ y su esposa, Jazmín Atarie, así como el médico legista, Efrén González, son la clave para esclarecer la muerte de Mayra Ayuso y hacer justicia para su hija.
En Cozumel, dos familias continúan esperando…